A dos años de que se inundara el centro de Tula, así como 10 más de sus localidades, la ciudad sigue en ruinas, pues ninguno de los tres órdenes de gobierno ha hecho algo para que exista un real apoyo, reclamaron afectados de la anegación, que dejó a más de 35 mil damnificados en la Capital Tolteca.
Alondra Martínez, habitante de la comunidad 16 de Enero, aledaña al centro de la demarcación, dijo que, a dos años de la desgracia, el sentimiento de abandono por parte de las autoridades sigue siendo el mismo, “ya que dejaron morir solos a los afectados”.
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En su caso, relató, su vivienda, a 60 metros del caudal principal del cuerpo de aguas negras, todavía no está del todo rehabilitada, porque, aunque “le han echado ganas” por medios propios, y en su momento ayuda de particulares y empresas, aún quedan algunas lozas por reconstruir. Su vivienda fue cubierta por los líquidos residuales del Valle de México, los cuales carcomieron los techos de Tula.
En este sentido, indicó que desde hace 730 días no ha recibido nada de las autoridades, dado que para ellas, los tulenses no valen nada: “Tanto es así, que de un plumazo decidieron inundarnos para salvar con ello a los habitantes de la Cdmx y Estado de México, nos sacrificaron y no les importó”.
Sostuvo que los únicos apoyos federales que se recibieron fueron 10 mil pesos en efectivo, los cuales “no sirvieron más que para comprar ropa”, porque no fue suficiente; además, se les entregó una base de colchón, una estufa y un refrigerador pequeño, que al poco tiempo se descompusieron.
La mujer, una de los 35 mil damnificados, tiene como techo de su cocina unas improvisadas láminas que sostiene con un polín de madera. Lamentó que Tula no les interesa a los gobiernos, por eso no la ayudan a salir de una vez por todas de la crisis que generó la anegación.
Miguel Ángel Martínez | Tula de Allende