Diana Citlali Ávila Ortiz es una mujer de autoridad en el boxeo.

Nacida en Tulancingo, pero radicada en Mineral de la Reforma, siempre ha estado ligada al deporte desde su niñez; sin embargo, hace casi cinco años marcó un hito histórico en el estado al convertirse en la primera mujer en impartir justicia en el pugilismo.

“La verdad me gusta mucho ser autoridad y proteger la integridad de los atletas, que es nuestro propósito como juez-árbitro.

“Es tu responsabilidad cuidar la integridad de los atletas que se suben, pues arriesgan su vida, porque no se juega al boxeo”, comentó.

No obstante, reconoció que la primera vez que le tocó impartir justicia sobre un rombo de batalla tuvo varios sentimientos encontrados, hasta que reunió fortaleza, principalmente mental, para llevar a buen puerto una pelea de box.

“Fueron muchos nervios, no hay un guía que suba y te diga al oído  ‘mira, esto se hace así’. Tú vas agarrando tu propia manera de ejercer el reglamento”, recordó.

Asimismo, indicó que su experiencia como atleta fue fundamental, pues los antecedentes que tuvo les dieron las bases para saber qué se hacía sobre un rombo de batalla.

“Como fui atleta, conozco el boxeo, no me da miedo; al contrario, es una manera de enfrentarlos conscientemente. Nunca me ha costado trabajo aplicar el reglamento”, dijo.

Comentó que a lo largo de este camino contó con dos guías: el profesor Juan Pablo Olvera y Adolfo Contreras Jurado, presidente de la Asociación Hidalguense de Boxeo Amateur (AHBA).

“Han sido mis supermaestros, desde la parte psicológica como en la parte teórica; han sido un gran impulso para mí”, abundó.

En el caso del directivo de la AHBA, fue quien la motivó a continuar en el boxeo como juez-árbitro luego de su paso como atleta.

“Yo pensé que todo era empírico, pero resulta que no; pensé que no existía un reglamento, pero Adolfo Contreras es quien me ha enseñado todo”, apuntó.

Comentó que actualmente se está preparando para una oportunidad en eventos de la Federación Mexicana de Boxeo; asimismo, también tiene la intención de internacionalizarse; para ello, dijo, está a punto de entrar a clases de inglés.

“Hice mi curso para juez nacional en 2018; sin embargo, ya no lo renové hasta este año y estoy en espera de ser convocada para eventos regionales y después, nacionales”, mencionó.

Ella confía en ser la motivación para que más mujeres se animen a destacar en deportes dominados por hombres, pues consideró que cualquiera cuenta con la facultad para destacar en diversas facetas.

“Todos poseemos la capacidad de desarrollar cualquier habilidad, pero creo que igual tenemos que contar con una mente abierta para seguir aprendiendo”, expresó.

SUS INICIOS

Su llegada al boxeo se dio a través de un castigo en casa, pues a raíz de algunas peleas con sus hermanos, su papá optó por inscribirlos en la escuela municipal de Mineral de la Reforma, al mando de Daniel Campero y Pablo Hernández.

Lo que comenzó como un correctivo familiar terminó por convertirse en el modo de vida de Diana Ávila, ya que desarrolló habilidades sobre el cuadrilátero, hasta llegar a ser seleccionada nacional, al igual que su hermano menor, aunque él terminó por colgar los guantes  de forma más prematura.

“Me gustó mucho ejercitarme, en primer lugar, y después tomarlo como disciplina”, analizó.

En su etapa como atleta, realizó cuatro procesos a la extinta Olimpiada Nacional (ON), de 2014 a 2017, de los cuales solo en dos avanzó a la ON, en la que su mejor aparición casi rozó el podio al terminar en cuarto lugar, mientras que en otra la eliminaron en la segunda ronda.

En ese sentido, indicó que lograr una medalla es una “espinita” que le quedó clavada; sin embargo, no descarta algún día volver a competir, pues aún tiene la edad para participar en la categoría Élite.

LAS CRÍTICAS LA HICIERON FUERTE

Labrar una carrera en el boxeo no fue un camino sencillo.

Diana comenzó su andar en el pugilismo cuando entró a la secundaria, en donde sus compañeros la conocían como la Boxeadora, situación que, en un principio, no le incomodó.

Después, cuando continuó con su educación media superior, sí hubo cuestiones que la afectaron, pues recibía algunas críticas por llegar con golpes tras sus peleas.

“Fue frustrante el saber que, por practicar un deporte rudo, te tienen  que etiquetar y no verlo como algo normal”, mencionó.

Ya cuando entró en la normal para hacer su licenciatura en Educación Física, encaró con mayor madurez la situación y demostró sus capacidades en ambos escenarios, con buenas calificaciones a nivel universitario y logros importantes en el deporte.

“Ya había una personalidad más fuerte y ya no me incomodó tanto, sino que me impulsó a ser diferente”, cerró.

LA FAMILIA, SU MOTOR

Ávila Ortiz ha tenido en su familia el principal respaldo para alcanzar cada uno de sus objetivos.

“Siempre he sido aferrada, muy necia, y más cuando se trata de demostrar algo que soy (…) Mi respaldo también han sido mi papá y mi mamá”, enunció.

Asimismo, su hija también es su aliciente para seguir adelante y ser un ejemplo para que, en un futuro, ella también pueda alcanzar lo que se proponga, ante cualquier escenario.

“Es una motivación mi familia y ver lo que le voy a dejar a mi hija, porque el día de mañana también quiero que sea una profesionista o si está en un ámbito de puros varones, ella también sepa destacar”, razonó.

En ese sentido, a pesar de sus logros en el deporte, aseguró que aún no está complacida, pues aún quiere extender su legado: “No me siento satisfecha con lo que he logrado, creo que hay metas por cumplir y momentos que vivir”.

Finalmente, compartió que también disfruta su etapa como profesional, ya que labora en una secundaria, con la misión de guiar también a sus alumnos.

“Es el nivel en el que los chavos se pierden, necesitan a alguien que los escuchen y ubiquen, y me siento con esa capacidad, tener una mente abierta, tanto para escucharlos como para orientarlos”, cerró.

SUMA AHBA MUJERES

Adolfo Contreras Jurado, presidente de la Asociación Hidalguense de Boxeo Amateur (AHBA) se congratuló de la participación de la mujer dentro del organismo.

Además de Diana Ávila, también destacó a Carmen Martínez y Channel Navarro, quienes son parte de la mesa directiva.

“En la asociación tenemos tres compañeras. Me siento orgulloso de ellas porque iniciaron compitiendo y ahora forman parte de la asociación y estamos tratando de apoyarlas”

Destacó que cada una de ellas cuenta con la capacidad de desempeñar sus respectivos roles con calidad.

Alejandro Velázquez  I Pachuca

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