Cuando comenzamos FDS en enero pasado, difundimos experiencias turísticas, gastronomía, actividades artísticas y culturales de forma habitual, invitando a asistir a las presentaciones, visitar lugares y probar ricos platillos que se hacen en Hidalgo. Nunca imaginamos que meses después cambiaría la dinámica de proximidad entre la gente y lo que nos resultaba tan cotidiano y fácil de acceder.

Así, conforme pasaron las semanas, surgió una nueva interacción social, que incluía el resguardo domiciliario, el cierre temporal de los negocios no esenciales para que solo quedaran abiertos los de abasto de alimentos, principalmente. Y fue entonces que todos nos comenzamos a adaptar a la nueva normalidad, empezamos a vernos –muchas veces— a través de una pantalla.

Así vimos conciertos, obras de teatro, presentaciones editoriales, tomamos talleres virtuales, incluso aprendimos actividades para las que jamás imaginamos que tendríamos tiempo.

Los artistas, como siempre, no se rindieron, al contrario, comenzaron a adaptarse a esta nueva realidad y entonces convirtieron el teatro en una especie de arte híbrido que incluyó video; los talleres de escritura, pintura e incluso danza y canto se hicieron a través de la red. Lamentablemente muchos espacios culturales tuvieron que cerrar definitivamente, otros se reorganizaron de tal forma que siguieron vigentes y fortalecieron su agenda de actividades, aun con la distancia.

Los restaurantes bajaron cortinas, algunos chefs, cocineros y reposteros se fue-ron de sus instalaciones de trabajo y se mudaron a sus casas para laborar y atender desde ahí. También nacieron cientos de emprendimientos y muchos descubrieron sus talentos en la cocina y repostería. Se crearon redes para dar a conocer todo eso que dio inicio en el retador 2020.

Los artesanos fueron quienes comenzaron a ver las repercusiones de estos cambios quizá, de forma más rápida, de ahí que muchos bajaron costos de forma excesiva, con tal de llevar el sustento a su casa, otros tuvieron la fortuna de difundir en redes y entonces allegarse a clientes solidarios y comprometidos.

La entrega de productos y alimentos ahora fue a través de servicio a domicilio o para llevar, lo cual le dio una dinámica diferente a las poblaciones, principalmente a ciudades, como Pachuca y Mineral de la Reforma.

Y así pasaron los meses, se reabrieron negocios, la gente regresó a algunos lugares, esos que les hacen tanto bien con el solo hecho de pasar un par de horas con una taza de café; hubo otros a los que no pudimos regresar, porque ya no estaban.

Y en toda esta nueva normalidad, ustedes confiaron en nosotros para dar a conocer sus productos, servicios, platillos, emprendimientos, talleres y arte. Les agradecemos por eso, por no desistir y demostrar que, aun frente a grandes retos como los que estamos viviendo, se puede tener esperanza, empuje, ganas y convicción para salir adelante.

En FDS siempre trabajaremos en promover el consumo local, de negocios de todos los tamaños, que insisten en mantenerse activos. Confiamos en ustedes y sabemos el gran esfuerzo que les representa todo esto. Los invitamos a seguir haciendo su parte con creatividad y responsabilidad, con todas las medidas sanitarias existentes, por ustedes y por sus clientes, lo mismo quienes se dedican a llevar los productos a los hogares de cientos de personas.

Deseamos que el 2021 represente un año mucho mejor, ahí estaremos nosotros para dar a conocer lo que ustedes hacen todos los días con tanto empeño y, sobre todo, con amor.

Sara Elizondo I Pachuca