Aún sin operar normalmente se encuentran las dos centrales de autobuses existentes en Tula de Allende, luego de que resultaran afectadas por la inundación de la noche del pasado 6 de septiembre y la madrugada del día siguiente tras el desbordamiento de los ríos Tula y Rosas.
Desde hace 21 días, tanto la terminal de autobuses como la de suburbanos de la empresa Valle del Mezquital (AVM) han operado fuera de sus instalaciones.
En el primer caso, las corridas salen hacia sus diferentes destinos desde el centro comercial Soriana, ubicado a la salida de la ciudad, sobre el bulevar Tula – Iturbe, mientras que en el segundo, parten en el cruce formado por las calles Francisco Zarco, de Barrio Alto y el bulevar Las Vías del centro.
La terminal de suburbanos se vio anegada por el agua pluvial del río Rosas, puesto que está ubicada sobre las esquinas que forman la avenida 5 de Mayo y la calle Colegio Militar, apenas a tres cuadras del afluente, que normalmente conduce descargas domiciliarias y agua del manantial El Quinte.
En tanto que la central de autobuses de la única línea que presta servicios en la demarcación está asentada sobre la calle 16 de Septiembre esquina con Xicoténcatl, apenas a unos 100 metros del caudal de aguas negras del río Tula, por las que se vio inundado.
La empresa transportista ha informado mediante distintos comunicados que está trabajando en las labores de limpieza y sanitización de sus dos terminales. El pasado jueves, cuando habían pasado 17 días de la inundación, la firma, dispuso de sacar el agua negra del estacionamiento de la central de autobuses, lo que inundó con líquidos residuales las calles Manuel Rojo del Río y Xicoténcatl.
En los primeros días después de la sumersión, la reubicación de las terminales causaron molestia y confusión en los usuarios, a quienes los cambios no fueron informados oportunamente.
Miguel Ángel Martínez / Tula de Allende
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