El secretario municipal de San Salvador, Diego Pérez Bruno, ya se reincorporó a sus funciones, pues ayer participó en la inauguración de una calle en la comunidad Demacú, luego de haber permanecido dos días detenido por una orden de aprehensión, acusado de diversos delitos que cometió en 2021, en Xuchitlán.

Sobre el tema en el que están implicados el funcionario y dos vecinos de la referida localidad, derivado de una investigación relacionada con la aplicación de los usos y costumbres del sector, el alcalde Armando Azpeitia Díaz consideró como “necesario” revisar las normas de organización de las delegaciones, además de capacitar a las autoridades auxiliares respecto a sus alcances y los límites jurídicos que tienen.

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Explicó que la aprehensión del secretario general y dos pobladores es “por la aplicación de usos y costumbres” en contra de un ciudadano, quien, no conforme con los acuerdos internos de Xuchitlán, procedió legalmente ante las instituciones.

Por este motivo, el edil explicó que “se van a revisar los reglamentos de las comunidades y serán analizados”, además de que agregó que se capacitará a los nuevos delegados municipales para evitar situaciones como las antes descritas.

Reconoció que los usos y costumbres “son un problema” que se tiene que revisar y que ostenta un origen colectivo de muchas generaciones, por lo que, para alinearlas al Estado de derecho, “tomará tiempo”.

Explicó que las normas de las comunidades “son mecanismos de organización que permite que existan avances”; sin embargo, Azpeitia Díaz aseveró que, con este antecedente, “los delegados se sienten vulnerables”.

Víctima de un despojo

• Fue el pasado 25 de enero cuando autoridades ministeriales aprehendieron al secretario general de San Salvador por “delitos relacionados con los usos y costumbres”
• El agraviado comentó que tanto el funcionario como el resto de los habitantes de Xuchitlán lo obligaron a salir de la localidad, lo amagaron con linchar a su familia y le despojaron de su terreno

Antonio Reyes | San Salvador