A un año de que fuera inaugurado, el Callejón del Dicho en Omitlán de Juárez luce una nueva imagen, pues ahora está decorado con 311 piezas de los llamados ojos de Dios, inspirados en la tradición huichola, en la exposición El enlazador de mundos.
La creadora de cada una de estas piezas es Tania Martínez González, quien estudió la licenciatura en la Escuela de Artes y propuso embellecer aún más el callejón que conecta la plaza principal del pueblo con el estadio de béisbol (lugar icónico de la historia y tradición deportiva de Omtilán).
Martínez González se dedica a tejer ojos de Dios y mandalas desde hace cinco años, por lo que consideró que sería un atractivo interesante, no solo por su belleza, sino por su significado.
“El ojo de Dios es una artesanía de origen huichol, un artefacto que –según distintas creencias– ayuda a tener comunicación con los dioses. Tienen una simbología similar a la del ojo de venado, pero, en este caso, son los padres que las elaboran para sus hijos con la finalidad de que tengan protección durante los primeros cinco años de su vida”.
Para su elaboración Tania tuvo el apoyo de Yadira Escárcega Portillo y Damiana Santos Calderón, que tejieron las formas exteriores.
Martínez planteó que esta exposición va más allá de la estética, pues la pandemia ha generado la necesidad de una visión de la vida más profunda tras diversas pérdidas de seres queridos, pero también de empleos, de actividades, pertenencias y de la vida como la conocíamos.
“Creo que sí hay una conexión entre el cielo y la tierra y qué padre sería que a través del ojo de Dios nos vieran o los pudiéramos ver (a los difuntos), aunque sea un ratito. Se trata de que no se pierdan dos vidas, que no se pierda también la tuya. Haz algo digno de tu vida para honrar la vida del que se fue. Eso es lo que el arte nos aporta como humanidad. Nos permite transformar estas emociones en algo productivo”, expresó.
El Callejón del Dicho fue inaugurado en 2021 con cientos de sombrillas de colores cubriendo todo el espacio, lo cual resultó muy atractivo para los pobladores y visitantes.
“Las sombrillas fungían como un escenario, pero en este caso es una exposición de piezas únicas y diferentes, elaboradas artesanalmente. La idea es que tengamos la oportunidad de observar cada pieza y, sobre todo, de conectar con alguna en particular. Además, la forma en como están colocados es a modo de tejido, para que además de ver cada una, toda la instalación tuviera una estructura particular”.
La invitación está abierta para ver El enlazador de mundos, ya sea para admirar el trabajo artesanal, para tomarse la foto o para ir un poquito más allá, y darle un significado más espiritual que a todos nos hace falta encontrar.
Dato
La colocación de la exposición duró una semana para colocar pieza por pieza con material que tensara toda la estructura.
Información
+ ¿Dónde?
A un costado de la plaza principal de Omitlán
A 20 minutos de la salida de Pachuca en la carretera al corredor de la montaña
Sara Elizondo I Pachuca
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