Año con año, el futbol femenil ha podido dar cuenta del alcance e impacto que tiene mediante la correspondencia que existe con sus aficionados. Dicha situación se puede observar en las distintas ligas de futbol profesional femenil que hay a lo largo del mundo. Debido a que en algunos países comienza a visibilizarse la labor de las mujeres en el ámbito deportivo, el futbol femenil ofrece una nueva propuesta de espectáculo para los aficionados de dicho deporte. Sin embargo, estas se encuentran condicionadas por los estereotipos futbolísticos que se han perpetuado con el paso del tiempo. Mismas que derivan de una actividad practicada por hombres en sus inicios.

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Aunque diariamente las mujeres se abren espacios en deportes como en el futbol, poco han replanteado las instituciones deportivas, así como los aficionados, la manera en la que este tipo de espectáculo debe ofrecerse y consumirse. Con respecto al papel de los espectadores, es constante notar las formas en las que las personas buscan interactuar con las jugadoras. Existen casos, como los de la National Women’s Soccer League (NWSL), donde los aficionados buscan al final de los partidos compartir un momento con las jugadoras de su equipo. En dicho punto, las deportistas acceden a las peticiones de sus seguidores con fotos, firmas, playeras, entre otras.

Dentro del futbol femenil, la relación entre aficionados y jugadoras se encuentra condicionada por las maneras, y situaciones, en las que se realizan peticiones; mismas que provienen de prácticas recurrentes en el futbol varonil. Son incontables los casos donde algunas personas se molestan ante la “falta de atención” que reciben por parte de las jugadoras. Sin embargo, poco se reflexiona sobre su estado: físico, emocional o mental. Así como, en las situaciones que rodean los inicios y términos de cada partido. De igual forma, hay poco trabajo respecto a la consideración de las figuras públicas, ya que comprar una entrada no justifica el hecho de atentar hacia la integridad de otra persona.

A la fecha, desconocemos los motivos por los cuales las jugadoras del Club Barcelona tuvieron comportamientos “polémicos” con sus aficionados después de la victoria (9–0) ante el Levante. Además de los señalamientos que hacen diversos medios por su actitud, también se encuentra un video donde se puede percibir a Aitana Bonmatí consternada por la lluvia de objetos que recibió, así como a Patri Guijarro negando firmas después de que arrojaran playeras hacía su rostro y, a Graham Hansen devolviendo algunos jerseys. Ante las críticas que recibieron las jugadoras, si bien es cierto que deben predicar con el ejemplo, esto no impide que puedan ser consideradas como personas que merecen respeto. Finalmente, como afición, tenemos que reflexionar y replantear las formas mediante las cuales interactuamos con ellas sin olvidar que también son humanas.

Saúl Hurtado Mares

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