Una de las gastronomías más deliciosas de Hidalgo es la huasteca, que se basa en el maíz y las semillas. Aunque apenas comienza el año, siempre será un placer saborear los platillos locales, como el zacahuil, los bocoles, los tamales y las enchiladas.
Entre las preparaciones poco conocidos fuera de Hidalgo están los sabrosos bocoles de la huasteca: masa, manteca de cerdo, caxtilán y cilantro o la masa con chile guajillo y queso de aro. En ambos casos se hace una bolita de masa para después aplanarla y ponerla a cocer en el comal.
Una de las mujeres que preparan bocoles es María del Ángel Vargas Romero, originaria de Huejutla, quien asegura que todos deberían probarlos alguna vez.
Otra rica opción son las enchiladas huastecas, que se elaboran con tortillas de comal y se sumergen en cuatro diferentes salsas, que van desde un sabor suave hasta otros muy picosos: tomate, chile verde, la combinación de ambos y de chile seco. Todas llevan encima queso y se acompañan con carne asada.
Otro preparado muy característico es el zacahuil, un tamal gigante que en sus orígenes llevaba dentro un lechón completo. Actualmente, se cocina con diferentes tipos de carne: cerdo o pollo.
Otra alternativa son las empanadas de frijol molido que se venden en lugares como Molango. No se trata, como en su versión tradicional, de una pieza de pan hojaldrado relleno, sino de porciones de masa con frijol quebrado.
Sara Elizondo I Pachuca