Durante estos días veremos cientos de ofrendas en todos lados. Tienen elementos básicos para que cumplan la función de honrar y recordar a quienes ya no están, aunque las diferentes regiones tienen sus características particulares.

Entre lo que deberás encontrar están: la comida, que involucra todos los platillos preferidos de los difuntos; sahumerio con incienso o copal, que representa la vía de paso de la vida a la muerte y aleja a los malos espíritus; el palto con sal implica la purificación para que el alma no se corrompa.

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Las flores como el cempasúchil son la guía a los espíritus para que lleguen a este plano; las calaveritas de azúcar representan a los difuntos; el vaso de agua es para calmar la sed de las almas; el pan de muerto es una forma de demostrar anfitrionía; las velas y veladoras es un símbolo de guía; y los objetos personales también muestran la cercanía con el difunto.

Una característica clave es la comida que varía por gustos, pero también por regiones: en Hidalgo se acostumbran las frutas como naranjas y cañas, el pan, los tamales, el chocolate, el mole.

Y siempre es fundamental la fotografía de los difuntos a quienes se está honrando con esta muestra de amor y de que siguen presentes.

Sara Elizondo | Pachuca