En la película Macario, Ignacio López Tarso afirmaba que la muerte nos acompaña desde el nacimiento, oculta en diferentes partes del cuerpo o incluso en un árbol que aún no ha crecido.
El icónico actor, quien deseaba vivir hasta los 100 años, finalmente falleció el 11 de marzo en la Ciudad de México a la edad de 98 años después de estar hospitalizado durante una semana.
Su muerte se debió a complicaciones en el estómago, el corazón y los pulmones. La familia López anunció su fallecimiento en un comunicado en redes sociales, asegurando que murió rodeado de su familia y el amor de todos.
El domingo pasado, el hijo de Ignacio López Tarso, Juan Ignacio Aranda, informó a los medios que su padre falleció rodeado de su familia en el hospital.
Según el relato de su hijo, en el momento de su muerte, Ignacio estaba acompañado por su nieto, Antonio Sánchez, un músico nominado al Oscar, quien tocaba música mientras Ignacio dormía y lo tenía tomado de la mano.
Ignacio López Tarso fue hospitalizado el 3 de marzo debido a una oclusión intestinal y neumonía, y aunque en un principio se reportó estable, finalmente falleció después de una semana de tratamiento en la terapia intermedia debido a su avanzada edad.
El hijo de López Tarso reveló que su padre falleció mientras su nieto, el músico Antonio Sánchez, le tocaba música y le sostenía la mano.
El actor había sido hospitalizado en la Ciudad de México debido a una oclusión intestinal y neumonía. Aunque al principio su estado de salud parecía mejorar, su condición se complicó con el tiempo y su hijo informó que tenía insuficiencia renal, cardiaca y pulmonar, además de estar semiinconsciente y sin poder comer ni hablar.
Según la asistente del actor, la causa oficial de su muerte fue un paro cardiaco y neumonía. López Tarso había sobrevivido a una neumonía bacteriana y una infección por Covid-19 con síntomas leves en 2022.
El actor padecía EPOC debido a su hábito de fumar, lo que le había llevado a requerir oxígeno las 24 horas del día.
Esta enfermedad obstruye la circulación del aire y puede causar problemas respiratorios como enfisema, bronquitis crónica y asma en algunos casos, según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades.
Aunque se quitaba el oxígeno para entrevistas o comer, dormía con una máquina concentradora de oxígeno al nivel 2.5, y su hijo explicó que tenía cinco niveles de oxígeno diferentes.
Redacción web
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