Por casi 50 años, autoridades federales y estatales han permitido que se agraven los problemas de contaminación en Tula de Allende, lo que “se ve reflejado en la salud de los habitantes y el ambiente”, advirtió Marco Antonio Moreno Gaytán, presidente de la Sociedad Ecologista Hidalguense (Sehi).
El activista señaló que siguen acumulándose partículas nocivas en el agua, suelo y aire de ese municipio.
Advirtió que, hasta la fecha, no se han llevado a cabo acciones para mitigar los altos índices de polución producidos por las empresas instaladas en la zona.
Además, a pesar de que el 16 de julio de 2019 el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Víctor Toledo Manzur, declaró inhabitable la región, “pareciera que al gobierno federal le da lo mismo, le importa un comino lo que pase ahí, toma a los habitantes de Tula como ciudadanos de segunda”.
El activista por los derechos medioambientales lamentó que a partir de 1972 la situación en esa región se ha ido profundizando por la descarga residual de Ciudad de México.
“Las aguas negras y pluviales de la capital y Estado de México hablan de la forma en que se ha contaminado y, a la fecha, el gobierno no ha dado respuesta tangible”, declaró.
Moreno Gaytán lamentó que las empresas tampoco son reguladas por las dependencias federales, como Semarnat o la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), ya que en las primeras tres horas de producción “rebasan de forma brutal” el nivel permitido de partículas contaminantes.
El límite máximo de azufre en masa, establecido por la Norma Oficial Mexicana NOM-016-CRE-2016, es de 2 por ciento; no obstante, el 22 de abril de este año, Greenpeace México señaló que la termoeléctrica Francisco Pérez Ríos (1975), de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), quema combustóleo con 3.9 por ciento de ese elemento químico.
A su vez, ubicó a Tula en el puesto 23 en la lista de los 50 puntos críticos del mundo por sus emisiones de dióxido de azufre (SO2).
En julio de 2019, antes de la pandemia de Covid-19, la Semarnat emitió la declaratoria de zona de restauración ecológica de la región, pero los trabajos fueron suspendidos por la enfermedad respiratoria.
El proyecto contemplaba atender a 135 poblados, con alrededor de 5 mil habitantes indígenas.
Sin embargo, el 24 de junio de 2020,a Benjamín Ortiz, quien encabeza los trabajos en esa región por parte de la Semarnat, explicó que en un documento técnico-científico se presentó un recuento de todos los problemas, así como de los riesgos que implican para la salud y el ecosistema, suficiente para justificar científicamente la necesidad de una atención inmediata, pero a más de un año de distancia, ello no se ha dado.
El 6 de septiembre pasado, Tula y otros municipios fueron inundados por las aguas negras del Valle de México, cuyas descargas residuales llegan a través del Túnel Emisor Oriente (TEO).
Adela Garmez | Pachuca
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