A tres meses de que se suspendieran las visitas a reos de los Centros de Readaptación Social (Cereso) estatales, como medida para prevenir la propagación de Covid-19, las autoridades no contemplan levantar dicha prohibición, de acuerdo con personal penitenciario consultado por Criterio.
Pese a ello, según trabajadores de las cárceles, familiares e internos se encuentran en comunicación constante a través de videollamadas. Para ello, explicaron, las prisiones cuentan con un área especial que dispone de las medidas sanitarias y tecnológicas necesarias para enlazarlos.
En cuanto al ingreso de alimentos, el personal penitenciario los recibe en las zonas de ingreso para, posteriormente, entregarlos a los reclusos.
En abril pasado, la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH) suspendió las visitas familiares a los presos de todas las cárceles de la entidad.
El estado tiene una población penitenciaria estimada de 4 mil 10 reclusos en 16 inmuebles. De ellos, 3 mil 812 se encuentran en Centros de Readaptación Social; 174, en las cárceles distritales, y 24, en la prisión destinada para menores de edad.
Al corte del 30 de junio, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) reportaba 25 positivos de Covid-19 entre reclusos de centros de detención hidalguenses, así como dos fallecimientos.
SOSPECHOSOS
Según el reporte de la CNDH, hay 15 reclusos que presentan síntomas o estuvieron en contacto con alguno de los internos infectados, por lo que son considerados casos sospechosos y esperan sus resultados de la prueba de Covid-19
Emmanuel Rincón I Pachuca