En el marco del primer aniversario de la inundación de Tula, la Iglesia católica cuestionó por qué las autoridades “sacrificaron” a unos para “salvar” a otros. Esto, en referencia a la decisión de anegar la ciudad para que no ocurriera lo mismo en el Valle de México.
En su sermón, el presbítero Rodolfo Martín se refirió a la tragedia que se vivió en el municipio hace un año, así como al posterior abandono de las autoridades civiles, y dijo que los derechos del pueblo de Tula fueron vulnerados.
Recordó y pidió por quienes, en cuestión de minutos, perdieron el patrimonio de décadas; además, destacó a los difuntos que dejó la inundación, especialmente a los 17 fallecidos en el área de Covid-19 del Hospital de Zona Número 5 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Añadió que, a pesar del abandono de las autoridades, “no todo fue malo”, pues la anegación dejó al descubierto la solidaridad del pueblo: “Se pudo ver cómo el hermano ayudó al hermano […] Eso que creímos que ya se había perdido”.
Mencionó que en los días y semanas posteriores al siniestro estuvo en la Sierra de Hidalgo y dijo haber sido testigo de cómo los habitantes de las comunidades caminaban horas enteras con tal de llegar al centro de acopio para aportar “su granito de arena” para ayudar a sus semejantes de Tula.
Sin decir nombres ni cargos, llamó a los políticos a olvidarse de los intereses personales y económicos que los hicieron tomar la decisión de inundar Tula, ya que manifestó que “ni todo el dinero del mundo es equiparable a lo que vale una vida humana”.
“Pido fortaleza para todos ustedes, que han sufrido la tragedia y el abandono. Dios bendiga Tula”, externó.
Por separado, a las 13:00 horas, hubo una segunda misa católica en conmemoración del primer aniversario de la anegación; se llevó a cabo frente a la puerta de las antiguas instalaciones del IMSS, ubicadas en la calzada Melchor Ocampo.
En ella se dieron cita pobladores, damnificados y algunos familiares de los fallecidos en el área de Covid-19 del
centro médico.
EMERGENCIA
La noche del 6 y madrugada del 7 de septiembre de 2021 comenzó la inundación de Tula, misma que se mantuvo por al menos 3 semanas.
El siniestro dejó un saldo de más de 35 mil damnificados, 17 fallecidos y daños económicos por más de 2 mil 50 millones de pesos.
A un año de la anegación, afectados han acusado que ha sido escaso el apoyo de autoridades de los tres niveles de gobierno.
Miguel Ángel Martínez I Tula de Allende
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