Horas antes de que la Corte designara a su nueva presidenta, el jefe del Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, volvió a defender a la Ministra Yasmín Esquivel al afirmar que es blanco de ataques de potentados y medios, y adelantó que no declarará la “guerra” al Poder Judicial.

“Pobre abogada Yasmín”, soltó en medio de la polémica que envuelve a la ministra por haberse titulado en la UNAM con una tesis prácticamente idéntica a la que otro alumno presentó un año antes.

“Toda una guerra de potentados, medios de información, columnistas, intelectuales del régimen, vendidos y alquilados, pero una lanzada en contra de la señora. Ya les expliqué de que nosotros no tenemos posibilidad, ni siquiera nos importa”.

En la mañanera, López Obrador aseveró que no tiene injerencia de ningún tipo en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, como creen sus adversarios, pues no se puede gobernar sin autoridad moral.

Afirmó que no va declarar la “guerra” al Poder Judicial independientemente de la nueva presidencia de la Corte, y que el gobierno seguirá colaborando institucionalmente porque, además de ser poderes autónomos, el pueblo está por encima de todo.

“¿Cómo ve la elección del nuevo presidente de la Corte?”, se le preguntó.

“No tengo ahí ninguna injerencia de ningún tipo. Si yo quisiera que quedara un Ministro, una Ministra, pues a ver, como era antes, en lo oscurito: le pido el favor que considere la posibilidad? No”, respondió.

“Ni modo que vamos a declararle la guerra al Poder Judicial, institucionalmente el que quede será reconocido, porque somos autónomos, somos independientes, y tiene que haber colaboración, porque por encima de todo está el pueblo de México, y adelante”.

“Va a ser tarea, eso sí, de los que vengan, van a tener que reformar el Poder Judicial, que está muy mal. Ahora se avanzó algo, pero faltan convicciones, faltan ideales, faltan principios”, añadió López Obrador.

López Obrador aseveró que el Poder Judicial de la Federación (PJF) está secuestrado y “eclipsado” por el dinero, y nuevamente acusó a los juzgadores de no tener “emoción social” en favor de la justicia.

“Podría decir, con todo respeto y también hay honrosas excepciones, que el Poder Judicial está secuestrado, como estaba secuestrado el Poder Ejecutivo. Entonces, va a ser labor hacia adelante liberar el Poder Judicial, que jueces, que magistrados, que ministros, internalicen lo que es la justicia”, expuso.

Antonio Baranda y Claudia Guerrero I Agencia Reforma