El gobierno de la residenta peruana Dina Boluarte Zegarra le puso un freno a la injerencia de Andrés Manuel López Obrador y exigió la salida del embajador de México en Perú, Pablo Monroy y lo consideró persona “non grata”.
“La decisión ha sido adoptada como respuesta a las continuas y reiteradas declaraciones efectuadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, sobre la situación política en el Perú, las mismas que constituyen una inaceptable injerencia en asuntos internos, en clara violación al principio de No Intervención”, expuso ayer en un comunicado.
“Las declaraciones del presidente mexicano resultan especialmente graves en circunstancias en las que el país enfrenta una situación de violencia incompatible con el ejercicio del legítimo derecho que asiste a toda persona de manifestarse pacíficamente”, reclamó.
El gobierno de Perú lamentó las declaraciones de AMLO del pasado lunes 19 de diciembre para defender al expresidente Pedro Castillo.
En su conferencia mañanera AMLO dijo que la presidenta Boluarte intenta mantenerse en el poder con el uso de la fuerza y la represión para imponer una dictadura y una tiranía.
“Son de especial preocupación las declaraciones del residente López Obrador sobre el orden democrático, Estado de derecho y legalidad en el país”, lamentó.
Horas antes de que se conociera que el gobierno de Perú expulsó al embajador el canciller Marcelo Ebrard informó del asilo concedido a la familia del presidente depuesto, Pedro Castillo.
Ebrard confirmó que AMLO puso a disposición un avión de la Fuerza Aérea Mexicana.
Staff l Agencia Reforma