Pobladores de Coacuilco, en Huejutla, señalaron que el río de la comunidad “agoniza”, debido a la contaminación, el saqueo de material pétreo y la descarga de aguas negras.
Ezequiel Hernández Bautista, habitante de la zona, dijo que no hay un sistema de tratamiento residual, por lo que el drenaje de las localidades aledañas se mezcla con el afluente.
Una de las consecuencias, informó, es la pérdida de las pozas La Paila y Las Moras, pues las aguas negras de Tehuetlanito y Coachiquiapa desembocan en esos lugares.
Otro de los factores, indicó, es la extracción de grava y arena, porque, aunque se cuenta con letreros de prohibición, las personas hacen caso omiso.
En el lugar conocido como La Virgen, alertó que la tala de árboles pone en riesgo la solidez del subsuelo y puede terminar con la flora, como jalamates y sabinos, entre otros ejemplares.
El ciudadano pidió a las autoridades un estudio de impacto ambiental, con el objetivo de documentar las afectaciones al ecosistema de la región.
Otra de sus peticiones es que se detenga el saqueo de piedra y arena, así como “aplicar todo el peso de la ley a quien no respete las indicaciones, antes de que sea temporada de sequía extrema, ya que varios barrios ya no cuentan con líquido suficiente”.
Francisco Bautista | Huejutla
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El río de Huiznopala, en Yahualica, fue el primero que se quedó sin una gota de agua, los demás afluentes que surten del líquido a la población de la Huasteca están en sus niveles más bajos, por lo que los presidentes municipales se pronunciaron al respecto y echaron a andar planes emergentes por la falta del líquido.
