El Tío Pepe, el puesto en el que supuestamente servían carne de perro
 
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Videos que circularon en las redes sociales dieron cuenta de los hechos que ocurrieron el domingo 27 de agosto en Tizayuca, cuando autoridades municipales efectuaron el desalojo de un puesto de barbacoa asentado a orilla de la carretera libre México-Pachuca por presuntamente vender carne de perro.

Sin embargo, el material audiovisual mostró que el personal de la Dirección de Reglamentos y Espectáculos de la alcaldía supuestamente actuó con lujo de violencia en contra de los propietarios de El Tío Pepe y que, incluso, presuntamente agredió a un menor de edad, algo que la mandataria Susana Ángeles Quezada negó.

El Tío Pepe era un puesto de venta de alimentos, generalmente de barbacoa, el cual se colocaba los fines de semana en el sitio conocido como Los Conos, en la entrada de la cabecera municipal, lugar donde también se instalan otros establecimientos, en cuyos espacios son rentados por ejidatarios del lugar.

La mañana del domingo, personal del ayuntamiento acudió a este punto para efectuar un desalojo, aunque, de acuerdo con los videos compartidos en internet, llegaron al citado punto y, sin mediar palabra, comenzaron a levantar sillas y mesas, pese a que se encontraban algunos comensales.

Derivado de ello, comenzó un forcejeo entre los vendedores y las autoridades, de tal manera de que un hombre, presuntamente el dueño del puesto, pidió que no golpearan a su hijo, un menor de edad; debido a la situación, se tuvo que pedir ayuda a los elementos de la Policía municipal para cumplimentar dicha orden.

Después de esto, propietarios de puestos de comida del mismo sector cerraron la intersección de la avenida Juárez y el libramiento Club Rotario con llantas incendiadas para exigir un “alto al hostigamiento” por parte de la alcaldía y para denunciar una supuesta agresión del lado de los funcionarios.

Mientras tanto, el gobierno de Tizayuca difundió fotografías en las que mostraron parte de la mercancía que se vendía en El Tío Pepe, entre ellas una probable cabeza de perro, exhibiendo, además, que dicho local vendía carne canina y que el sitio había sido sujeto a una queja por lo anterior ante un juez cívico.

No fue sino hasta el día siguiente cuando la alcaldesa Susana Ángeles Quezada ofreció más pormenores sobre el caso: que se había cumplimentado un operativo producto de la falta de regularización del puesto por parte de sus propietarios, pues no contaban con los permisos pertinentes.

Sin embargo, pese a que hay versiones que refieren que los dueños de El Tío Pepe tiraron la mercancía al momento del desalojo, la mandataria aseguró que esta se resguardó, pero que posteriormente fue devuelta, aunque acusó que ellos se negaron a acudir a una audiencia en el Centro de Justicia Cívica.

Respecto a la probable agresión a un menor de edad, Ángeles Quezada negó lo anterior: “Rechazamos contundentemente que se han realizado acciones de violencia contra un menor de edad y una mujer joven, como lo señalan los manifestantes”; no obstante, los videos en redes sociales muestran un posible acto de arbitrariedad.

 

Redacción web

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