Mañana se cumplen 210 años de la primera conmemoración del Grito de Independencia, la cual se llevó a cabo en el municipio hidalguense de Huichapan, ahora reconocido como un Pueblo Mágico.
La madrugada del 16 de septiembre de 1812 se celebró la ceremonia primigenia de uno de los eventos históricos más significativos del país y de la gesta de la memoria histórica encabezada por el general Ignacio López Rayón, acompañado de Andrés Quintana Roo, de acuerdo con memorias del cronista Juan Manuel Menes Llaguno en algunos de sus textos.
El acto se realizó después de la celebración de una misa en memoria del cura Miguel Hidalgo, en el monumento histórico conocido como El Chapitel —un anexo de la parroquia ubicado a un costado del atrio, que ahora alberga un pequeño museo con una réplica de la campana con la que el cura inició la gesta heroica en 1810 y una colección de objetos históricos— y desde el balcón nombró a cada uno de los personajes que participaron en la gesta para rememorar la lucha de independencia, mientras tocaba la campana.
Lo anterior, recreando el llamado que hizo Miguel Hidalgo al pueblo de Dolores, Guanajuato, a levantarse en armas. Desde entonces dicha celebración se lleva a cabo cada año en todo el país.
Menes Llaguno señala también que, durante el movimiento de independencia en el actual territorio hidalguense —debido a que fue el 16 de enero de 1869 cuando se decretó su erección como estado— se abrieron tres frentes.
¡VIVA MÉXICO!
La primera conmemoración del Grito de Independencia se llevó a cabo en Hidalgo, en El Chapitel, Huichapan
Dos años antes se llevó a cabo el acto original, en Dolores, Guanajuato, con el cual dio inicio la Guerra de Independencia de México, encabezada por el cura Miguel Hidalgo, en compañía de Ignacio Allende y Juan Aldama, quienes llamaron al levantamiento de armas
Redacción | Pachuca
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Hoy se cumplen 112 años de su inauguración. Durante esa centuria, una década y un bienio de mantenerse firme ha sido testigo de diversos acontecimientos. Incluso su piel de cantera registra el paso del tiempo.
Es el Reloj Monumental de Pachuca, en cuyas paredes está el registro de los años, pues incluso cuenta con perforaciones de bala que datan de la época de la Revolución Mexicana.
