El aguinaldo, ese esperado beneficio para los trabajadores, es un derecho establecido en la Ley Federal del Trabajo (LFT), específicamente en su Artículo 87. Según lo dispuesto en esta normativa, el aguinaldo se considera parte integral del salario, convirtiéndose así en una gratificación obligatoria para los empleadores.

La legislación es clara al establecer que el aguinaldo debe equivaler, al menos, a 15 días de salario. No obstante, se hace una distinción importante para los asalariados que no hayan cumplido un año de servicio. Independientemente de si están activos o no en la fecha de liquidación del aguinaldo, tienen el derecho de recibir una parte proporcional del mismo, conforme al tiempo que hayan trabajado.

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Los estatutos legislativos relacionados con el aguinaldo, difundidos por el gobierno mexicano a través de la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet), subrayan que el empleador está obligado a pagar el aguinaldo en tiempo y forma. En caso de incumplimiento, ya sea de manera incompleta o extemporánea, el patrón se expone a recibir una multa.

En situaciones de incumplimiento, el trabajador cuenta con un plazo de un año para presentar reclamaciones ante las instancias jurisdiccionales competentes para obtener el pago correspondiente.

El artículo 87 de la LFT establece que la prestación anual del aguinaldo debe abonarse al trabajador antes del 20 de diciembre. Esta fecha límite es crucial, ya que el empleador tiene la responsabilidad de cumplir con el pago del aguinaldo.

El aguinaldo no es solo un beneficio, sino un derecho consagrado en la legislación laboral mexicana. Conocer estas disposiciones es esencial para que tanto empleadores como empleados sepan cuáles son sus obligaciones y derechos en esta temporada crucial del año.