No cabe duda que los males más grandes que abruman a las personas actualmente, son los relacionados con la salud de la mente y las emociones, que están estrechamente relacionadas. Si seguido experimentas una sensación de necesitar descanso, pero sientes que tu cabeza no te da tregua cuando hay oportunidad, esta información es para ti: hoy te hablamos del desgaste mental.

El ritmo de vida actual cargado de múltiples responsabilidades puede llevar a nuestra cabeza a su límite, lo que en el entorno médico se conoce como desgaste mental. Este concepto hace referencia a la carga excesiva de pensamientos, que a veces no se percibe fácilmente y que se van acumulando al grado de llevar al agotamiento.

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En México no estamos muy acostumbrados a dejar que la mente descanse y deje fluir los pensamientos, se mantiene en esta ola de responsabilidades lo que lleva a la constante preocupación y actividad multitarea, la cual está demasiado sobrevalorada actualmente.

Acostumbramos cargar y cargar hasta no poder más, sin embargo, esto nos resta salud y bienestar, ¡hay que hacer cambios en este estilo de vida!

¿Como aliviar el desgaste mental?

La psicóloga Belén Colomina habló de cómo la meditación es una herramienta efectiva para alivar la mente, además de servir para el autoconocimiento y el bienestar general en el día a día. A todo ese conjunto de pensamientos se le puede llegar a domar si uno se lo propone, pues la mente es moldeable.

Claro que se puede reducir la atención al presente que se vive para poder descansar un rato y calmar los pensamientos. Esto se logra tomando el control de esta atención para hacerla más consciente y enfoncarla en lo que se desea.

La meditación ayuda entonces a para encontrar la calma si se le toma como un hábito diario, para que se convierta en un entrenamiento que permita relacionarnos con nosotros mismos de otro modo: a través del recomocimiento de nuestro estado mental, físico, emocional y

En este sentido, se podrá identificar de dónde viene la carga mental y cuál es la mejor manera de desahogar esas preocupaciones. Se trata de elegir el modo en cómo nos relacionamos con los pensamientos y qué hacemos con ellos a través de la conducta.

Redacción web