Una denuncia anónima llevó ayer a la clausura de una clínica privada de San Nicolás, Nuevo León, en la que aplicaba supuestas vacunas contra el Covid-19, de manera ilegal, a un costo de 11 mil 100 pesos por dosis, presuntamente de Pfizer.
Por ahora, la vacuna de esta farmacéutica sólo se aplica en el País a personal médico, y su manejo requiere de condiciones de ultracongelación, por lo que la Secretaría de Salud estatal consideró que se trata de un engaño.
Además, el Secretario de Salud, Manuel de la O, dijo que investigarán la existencia de otros lugares donde supuestamente se aplican vacunas antiCovid, y mencionó que, tan sólo en el Fraccionamiento Las Misiones, al sur de Monterrey, se tienen reportes de 80 personas que habrían recibido alguna de estas dosis.
“Al parecer es una red de distribución”, afirmó el funcionario. Estaban distribuyendo la vacuna en otras clínicas… Se está investigando otras clínicas”.
En San Nicolás, la supuesta vacuna era aplicada en Spine Clinic, un establecimiento especializado en problemas de la columna vertebral en Lope de Vega 130, en la Colonia Anáhuac, donde había dosis en hieleras convencionales que ni siquiera tenían hielo.
En un operativo coordinado con autoridades sanitarias, Fuerza Civil detuvo en el lugar a seis personas, que quedaron a disposición de la FGR.
“Es un delito federal”, añadió De la O.
“Tiene que entrar la Cofepris porque no hay autorización para que una clínica particular aplique vacunas contra el Covid.
“Como hay pocas vacunas en nuestro País, se está haciendo un mercado clandestino, así como vender droga.
“Están vendiendo agua o alguna sustancia tóxica que puede ser dañina para el cuerpo, o bien (puede ser) alguna vacuna robada… Les pueden poner la vacuna de Pfizer, pero que ya perdió la conservación, y el paciente puede tener una reacción adversa severa…
“(Si era vacuna) la que encontramos no servía porque no estaba en una red de frío adecuada”.
Según De la O, los folios que se aprecian en el producto asegurado no corresponden con los cargamentos que se han recibido.
“Yo pienso que no son de las vacunas que llegaron a Nuevo León. Sin embargo, no puedo meter las manos a la lumbre por nadie, y tenemos que investigar de dónde es esa sustancia que le estaban aplicado a la gente”, dijo.
Daniel Reyes
Agencia Reforma
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