La Selección Mexicana está en los Juegos Olímpicos de Tokio. Pero antes del triunfo 2-0 ante Canadá que le otorgó el pase sufrió en el estadio Jalisco. Ahora, jugará la final ante Honduras para definir el primer y segundo lugar del certamen.
Y cuando el Tricolor pasaba por su momento más oscuro en el Preolímpico apareció Uriel Antuna con la eficacia y personalidad que se requiere en situaciones críticas.
El primer tiempo pasó del dominio de la Selección Mexicana a la incertidumbre. El arranque fue prometedor con un ritmo intenso que no lograba contener Canadá, y solo gracias a su portero James Pantemis mantuvo en cero su arco.
Córdova era el factor que dejaba atrás a los defensores canadienses y posteriormente Antuna hacía lo propio con gambetas que desarticulaban a sus marcadores.
El Brujo estuvo al 23’ y 25’ en mano a mano frente a Pantemis, y en las dos el guardameta le arrebató el balón.
En el segundo tiempo, la Selección Mexicana seguía desorientada, Canadá se aferraba a desgastar a su rival y su mejor hombre cometió un error que marcó el rumbo del juego. Pantemis no supo despejar un balón, se lo dejó a Carlos Rodríguez, quien cedió a Antuna para tocar al fondo y escribir el 1-0, al 57´.
Con Canadá rendido, se generó un tiro libre que recibió Johan Vázquez para estrellar en el travesaño y en el contrarremate empujó para el 2-0 que sellaba el boleto a Tokio.
Omar Fares I Agencia Reforma