Raúl Jiménez jugó todo el partido, pero no impidió la derrota del Wolverhampton 1-0 contra el Arsenal en el estadio Molineaux, al cierre de la fecha 24 de la Premier League.
El juego era trascendente porque se peleaban puestos europeos. Los Gunners ya están en zona de Europa League, quintos, con 39 puntos, cinco más que los Wolves, que son octavos.
Pero lo que volvió histórico a este juego fue la expulsión exprés del delantero brasileño Gabriel Martinelli, en una peculiar jugada. Al 69’, intentó, sin éxito, impedir la reanudación del juego en un saque de banda ejecutado por Daniel Podence, lo que ya de por sí ameritaba una amonestación por su conducta antideportiva, pero como no logró su cometido tuvo que corretear y faulear a Chiquinho. El silbante no lo dudó y le mostró una amarilla por la primera acción y otra más por el jalón hacia el portugués.
El Arsenal ganaba desde el 25’, con un tanto de Gabriel dos Santos, en una jugada que fue revisada por el VAR debido a un encontronazo entre Lacazette y el portero José Sa.
Después de la roja, los visitantes fueron asediados, tanto que cayó un autogol de Xhaka, anulado por fuera de lugar de Raúl Jiménez.
El portero Aaron Ramsdale se convirtió en la gran figura del Arsenal al frustrar el disparo de Romain Saiss, los intentos de Podence, de Rúben Neves o hasta de Nelson Semedo, quien era un demonio por aquella banda derecha que quedó huérfana desde la salida de Adama Traoré.
Por esfuerzo no quedó en Raúl Jiménez, pero jamás estuvo en posición cómoda para el remate y por eso poco contribuyó para que mejorara la situación del Wolverhampton, que el domingo tiene una dura visita al Tottenham.
Edgar Contreras
Agencia Reforma
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