Jesús Corona y Agustín Marchesín mostraron ayer que, más allá de las atajadas que hicieron en la ida de la final del Apertura 2018, cada uno juega un rol distinto en sus equipos.

Mientras el guardameta de Cruz Azul se dedicó más a apretar a los suyos, con la cinta de capitán, el arquero de las Águilas soltó la mayoría de sus energías en la terna arbitral.

Marchesín no perdió el tiempo y apenas al 5’ ya estaba reclamándole con mucha intensidad al asistente número 1, Marvin Torrentera, quien se tardó en señalar el fuera de lugar cuando Milton Caraglio llegaba solo, lo que exigió que el arquero saliera a tapar. La escena se repitió 16 minutos después, pero esta vez también le reclamó a silbante Fernando Guerrero.

Ya antes, al 10’, el argentino había volado para desviar un cabezazo de Julio César Domínguez.

Por su parte, Corona se mantuvo ecuánime hasta que en el segundo tiempo comenzó a alzar las manos para pedir tarjetas por algunas faltas sobre sus compañeros.

Sin embargo, para hacer tiempo y reclamar a los silbantes, nadie como Marchesín.

Ambos arqueros han sido piezas fundamentales en el torneo, pues fueron titulares casi en las 17 jornadas.

Félix Zapata I Agencia Reforma