En una profunda crisis económica, agravada por la repentina marcha de Messi, el Barsa de Laporta se ha aferrado al pasado para tratar de frenar su caída.

Noveno en LaLiga y las puertas de un complicado derbi contra el español el sábado —que será el debut de Xavi en el banco—, Laporta dejó la puerta abierta a nuevos reencuentros.

“No lo descarto. Es una cosa que ha sucedido con Dani”, dijo el presidente sobre las posibilidades de que futbolistas como Iniesta o Messi regresen al club.

“Son dos jugadores que aún están jugando, que son grandes del Barsa (…), pero en estos momentos son jugadores que tienen contrato en vigor con otros clubes, y se tiene que respetar esto”.

“Pero en la vida nunca se sabe”, agregó.

También Alves había bromeado con la opción de traer de vuelta a su amigo Leo desde el Paris Saint-Germain: “Si me prestas un par de horas, voy a buscarlo”, afirmó.

Considerado uno de los mejores laterales derechos de la historia del futbol, Alves aterrizó por primera vez en el Barcelona en 2008 tras un lustro de éxitos con el Sevilla.

En el club azulgrana disputó 391 partidos y marcó 23 goles. Fue pieza clave en el que equipo que dirigió Pep Guardiola durante cuatro temporadas y que cosechó, entre muchos otros éxitos, dos Ligas de Campeones (2009 y 2011).

Tras la salida del técnico catalán (2012), el lateral brasileño continuó en el Barcelona hasta 2016, logrando una tercera Champions League en 2015.

AFP | Barcelona