Como ya es tradición, desde hace 22 años, Villa de Tezontepec celebró el Día del Tortero con una gran fiesta en honor al Señor de la Humildad. Cada 1 de mayo las familias que se dedican a este oficio preparan miles de tortas para repartir entre los visitantes que acuden a este rincón de Hidalgo, aunque este año, por primera vez, el platillo no fue regalado: tuvo un costo de recuperación de 10 pesos.
Sin importar el costo y que en esta edición tuvieran muy poca difusión del evento, más de 20 mil personas de Hidalgo, Ciudad de México, Estado de México, Tlaxcala y otras entidades llegaron para disfrutar de la festividad. Este año prepararon seis mil tortas, elaboradas por los torteros que tienen sus puestos en varios estados del país y que son originarios de este municipio.
La celebración incluye una misa y la procesión por las calles del municipio con el Señor de la Humildad, santo que fue adoptado por los torteros como su patrono y al que las más de tres mil familias que se dedican a esta actividad le rinden tributo en este día.
De milanesa, pierna, salchicha, jamón y chorizo, las tortas se ofrecieron en los puestos colocados en la plaza principal, donde a los visitantes degustaron estas delicias.
José Cruz Rodríguez, en le oficio desde los 15 años, dueño de tortas Don Chava, asegura que entre las especialidades que más vende está la rusa, la cual lleva pierna, milanesa y queso; además de la pachuqueña, la cual prepara con milanesa, piña y queso, aclarando que en los puestos varían los ingredientes, aunque lleven el mismo nombre.
Suspiros de monja es el curioso nombre de otra torta, que tiene como ingredientes salchicha, chorizo y huevo; o la Trevi, con pechuga de pollo y mucha pierna, terminando con la juanga, que no
lleva picante.
Además de la preparación y venta de tortas en el Día del Tortero hubo una muestra artesanal y un gran baile por la noche, para cerrar la celebración de miles de familias cuyo trabajo es preparar este delicioso manjar de la gastronomía mexicana.
Alfonso Rivera
Villa de Tezontepec
