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Hace (12) meses
Gratitud para ser feliz

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Queridos lectores, comienza una semana donde muchos disfrutan tiempo con la familia; algunos prefieren hacer introspección y ver cómo puede cambiar para que su vida sea diferente. Cualquiera que sea el caso, te comparto algunos ejercicios donde puedes practicar la gratitud y, aunado a esto, ser más feliz y tener una vida próspera en todos los ámbitos.

¿Alguna vez te has sentido incapaz de observar la belleza, la naturaleza, el afecto y la bondad de tu entorno y de las personas que te rodean? ¿Te has obsesionado con lo que no tienes en lugar de sentirte agradecido por lo que si tienes y por las personas que te aman? ¿Te gustaría mejorar y optimizar el funcionamiento de tu mente?

Si respondiste que sí a alguna de estas preguntas, entonces continúa leyendo.

La gratitud es una emoción poderosa que puede mejorar tu vida de muchas formas.

Para comenzar, se han realizado muchos estudios donde se demuestra que el sentimiento de agradecimiento nos envuelve por completo, por lo que es muy difícil sentirse deprimido cuando estás enfocado en el agradecimiento.

Expresar gratitud cambia literalmente la estructura molecular del cerebro, mantiene la materia gris funcionando y esto nos hace más saludables y felices. Cuando practicas la gratitud generas sentimientos de felicidad y tu sistema nervioso central responde positivamente, llevándote a estar más relajado y ser menos obstinado.

Otros estudios realizados en el mundo han demostrado que la práctica de la gratitud tiene beneficios reales para la salud, porque ayuda a mejorar tu estado de ánimo y tu sentido personal de bienestar. Aunque no siempre es fácil estar y sentirse agradecido por lo bueno que acontece en tu vida, definitivamente es una práctica gratificante que te conviene aprender, solo se necesita practicar la gratitud todos los días, no en modo repetición, sino con los siguientes ejercicios:

Elije una actitud positiva valorando lo que tienes.

Para mantener una actitud positiva, comienza por evitar gastar tu energía comparándote con otras personas, deseando ser otra persona; tener el auto, vestuario o la apariencia de alguien más. Mejor cierra tus ojos y explora aquello que sí tienes. Enfócate en lo positivo, eso te ayudará a dejar a un lado el juego de la comparación y a valorar más profundamente lo que tienes.

Agradece por lo mucho o poco que tengas, porque este acto tan sencillo, te ayudará a mejorar tu estado de ánimo. Sal al parque, siéntate a tomar el sol unos minutos y tómate un momento en silencio para apreciar lo que sí tienes en la vida. Disfruta el momento el presente, al máximo. Desarrollar una actitud positiva es esencial para lograr una vida llena de satisfacción. Tu actitud determina la manera en que reaccionas ante las situaciones que enfrentas a diario, lo cual te ayuda a estar más predispuesto a mantener emociones positivas.

Una buena actitud te ayuda a reconocer, aceptar y dejar ir las emociones negativas, desde el momento en que empiecen a surgir, para no dejar que te arruinen el día.

Haz una lista de razones para ser feliz. Hay muchas cosas y personas que normalmente damos por hecho y no nos damos cuenta de su valor, por eso es necesario prestar más atención a todas las razones que tenemos para ser felices. Empieza por pensar en los pequeños aspectos de tu vida que pasan desapercibidos, por ejemplo: es fácil pasar por alto cosas básicas como tener aire para respirar, la sensación del sol en un día cálido de primavera; tener comida y un techo donde dormir y la dulce melodía de tu canción favorita, entre otros miles de pequeños detalles que hacen posible tu vida tal como es.

Escribe una lista que puedas repasar todos los días, sobre todo en los momentos en los que te llegues a molestar por situaciones triviales, que no tienen mucha importancia y que están fuera de tu control. Agrega a tu lista a las personas que están a tu lado cuando lo necesitas.

Agradece por tus amistades. Muchas personas dan por hecho a sus amigos y llegan a pensar que esas personas están ahí de manera cotidiana, como el sofá en la sala o el árbol en el césped del jardín. Si das a tus amigos por hecho y no les demuestra lo valioso que son para ti, al pasar el tiempo corres el riesgo de que ellos, poco a poco, salgan de tu vida, así que, cada vez que disfrutes de la compañía de tus amigos, piensa en lo mucho que estas personas significan para ti, lo mucho que han hecho por ti y lo afortunado que eres de tenerlas en tu vida.

Agradece a tu familia, tómate el tiempo para decirles lo mucho que significan para ti, aprende a perdonar para ser feliz contigo mismo. La salud es otra cosa que la gente a menudo da por hecho y es algo en lo que tienes que pensar la próxima vez que te encuentres quejándote. Claro, puedes haber perdido tu teléfono o haber discutido con alguien muy querido, y esas situaciones son molestas, pero las superarás y las arreglarás tarde o temprano. Lo que no es tan fácil de solucionar es una condición física crónica que puede cambiar el curso de tu vida por completo, por lo tanto, la próxima vez que sientas que el mundo te odia, alégrate de tener un cuerpo y una mente saludable. Valora lo privilegiado que eres si vas a la escuela o tienes un trabajo o si eres dichoso de poder ir de vacaciones; hay gente que no tiene esas oportunidades.

Mantén un diario de gratitud. No me voy a cansar de recordártelo, estudios han demostrado que las personas que llevan un diario donde escriben razones especificas por lo que se sienten agradecidas, reportan menos síntomas de malestar físico, sienten mayor bienestar en sus vidas, hacen ejercicio con más regularidad, son más optimistas y logran avanzar más hacia el logro de sus metas.

Para llevar un diario de gratitud solo tienes que definir un cuaderno o documento digital y comprometerte a escribir al menos tres cosas por las que te sientes agradecido cada día; si te parece difícil, comienza a escribir. Puedes hacerlo sintiéndote agradecido de estar vivo, luego puedes empezar a escribir acerca de algo que tengas a tu alcance en ese momento, como el vaso donde acabas de beber agua, la cobija que te abrigó durante la noche o la ducha que acabas de tomar. Identifica un objeto o habilidad que posees, visualiza por un momento lo que sentirías si no lo tuvieras y luego siéntete agradecido.

Te dejo estos tres ejercicios, esperando que comiences a practicarlos desde ya.

No dejes para mañana las cosas porque mañana quizás sea tarde.

La siguiente semana continuaré con otros ejercicios que te serán de gran ayuda.

Como siempre, te deseo larga vida, salud y prosperidad.

Hasta la próxima.

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