Tunititlán, municipio de Chilcuautla, será sede de una caminata al Cerro del Elefante el 11 y 12 febrero; así como del Festival del Carnaval 2023, el 19 de febrero, informaron integrantes del comité organizador.

El carnaval que se celebrará el 19 de febrero en la comunidad, se compone como anfitriones y primeros actores: los “shitas”, comparsas de las escuelas, algunos grupos que se organizan de Tunititlán y uno que otro grupo de pueblos circunvecinos; así como carros alegóricos acompañados de bandas de música, bandas de guerra y uno que otro sonido, después del desfile toda la población se congrega en el centro de la comunidad donde se hace la calificación y su premia a lo mejor de los cuadros y comparsas que se presentan.

Otros de los atractivos del carnaval son el palo encebado y un puerco encebado, venta de antojitos mexicanos; entre otros que forman parte de la verbena popular que antecede a la Semana Santa.

Conoce la leyenda del Cerro del Elefante:

Entre los pobladores de la comunidad se cuenta que una pastora, que asistía a las catequesis con mucho fervor, en cierta ocasión pastoreando su ganado en la ladera del monte escuchó el tañer de una campanita, era un toque tan fino pero tan profundo que en el campo pareciera escucharse sólo en la mente.

Conforme se fue acercando la pastora al lugar escuchaba también trinos de aves, las más bonitas y exóticas y un alboroto como de niños que jugaban muy felices y de repente sintió una mirada de amor tan intensa, tan llamativa que la obligó a voltear hacia la roca y entonces vio la figura de la virgen como flotando cerca de ella, no le habló, ni ella tampoco preguntó, juntó a su rebaño y volvió presurosa al pueblo en donde contó la visión que había tenido.

Algunos creyeron la historia de la pastora, otros no.  Los que le creyeron se organizaron como familia le pidieron a la señora que les mostrará el sitio de la aparición, subieron al cerro y llegaron al lugar, pero no había nada, sólo se respiraba una paz que jamás habían sentido, convivieron y volvieron al pueblo llenos de alegría porque, aunque no habían visto nada, sí habían sentido una presencia. Dicho grupo que lo contó a la comunidad, así  los demás fueron creyendo y desde entonces, año con año, realizan la caminata al cerro y con mucha alegría recuerdan las leyendas y tradiciones de sus antepasados.

Redacción | Chilcuautla

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