Ya sea con un arma nuclear, haciendo uso de sus superpoderes o con un bat envuelto en alambre de púas, los villanos no tienen compasión cuando se trata de matar a una o a millones de personas.
Pero hay varios que, por más crueles y perversos, poseen un carisma y atractivo físico que acaban por poner al público de su lado.
Aquí nuestro ranking de los malos más buenos de los últimos años. ¿Estás de acuerdo?
El villano: Loki
Intérprete: Tom Hiddleston
Película / Serie: Thor: Ragnarok (2016)
Mezquino, envidioso y ladino, su mayor deseo es tener el control de Asgard y si para eso debe pasar por encima de su padre adoptivo, Odín, o de su hermano, Thor, lo hará. Y si por asomo tiene alguna acción “noble”, seguramente es porque vislumbra un beneficio propio. Como sea, es imposible no engancharse con él.
El villano: Jaime Lannister
Intérprete: Nikolaj Coster-Waldau
Película / Serie: Game of Thrones
Apodado El Matarreyes, el mayor de los Lannister es un soldado que sirve a su despiadada hermana y amante Cersei en su obsesión por controlar el Trono de Hierro. Se atrevió a aventar a un niño desde una torre y gracias a su habilidad con la espada, sus manos (la que le queda, al menos) están manchadas de sangre.
El villano: Erik Lehnsherr / Magneto
Intérprete: Michael Fassbender
Película / Serie: X-Men: Apocalipsis (2016)
Tiene una sonrisa seductora y un “gran talento” que lo hizo famoso gracias a su desnudo en la película Shame. No obstante, en su papel de mutante está tan resentido con los humanos, que es capaz de todo, hasta de traicionar a su amigo Charles Xavier y demostrar que aquellos con habilidades especiales son superiores.
El villano: Agente August Walker
Intérprete: Henry Cavill
Película / Serie: Misión Imposible: Repercusión (2018)
Dejarse el bigote ayudó para que el actor adquiriera un look más rudo y dejara de lado a Superman, porque en esta ocasión no quiere salvar a la humanidad, sino todo lo contrario: finge ser un agente de la CIA para así aniquilar a un tercio de la población. Pese a sus malas intenciones, es imposible no admirar su galanura.
Fidel Orantes I Agencia Reforma