“A la policía francesa, gracias por su difícil e increíble trabajo”, comentó la estrella de la televisión estadunidense respecto al caso abierto en octubre de 2016.
La policía francesa detuvo semanas después, en París y en el sur de Francia, a los presuntos responsables de haber participado en el robo millonario de la modelo gracias a muestras de ADN y a una joya que los ladrones perdieron en la huida.
El robo, cuya noticia dio la vuelta al mundo, se produjo en la noche del 2 al 3 de octubre en una vivienda rentada por Kardashian en el centro de la capital francesa cuando la actriz se encontraba sin su guardaespaldas.
Un grupo de hombres armados irrumpió en su residencia y amenazó a la modelo con una pistola.
La modelo, que fue atada, denunció el robo al día siguiente de varias de sus joyas por valor de nueve millones de euros (9.4 millones de dólares).
Entre las joyas que le fueron robadas figuraba su anillo matrimonial con un gran diamante que le dio su marido, el famoso cantante de rap Kanye West.
En su huida, los ladrones, que según imágenes de cámaras de videovigilancia huyeron en bicicletas, dejaron varios restos de ADN y perdieron una joya con diamantes de la actriz que fue descubierta en la calle por una mujer y entregada a la policía.
Nueve personas, algunas de ellas fichadas por robos anteriormente, se encuentran inculpadas desde el pasado mes de enero en el caso.