Lucila Mariscal pasó un bochornoso momento en un supermercado.
Hace unos días, la comediante de 77 años de edad acudió al establecimiento para abastecerse de algunos víveres, pero uno de los guardias del lugar le impidió el paso porque no acudió en el horario establecido, de 9 a 11 de la mañana, para las personas de la tercera edad.
“Fue horrible, yo iba con mi cubrebocas y hubo un despotismo terrible, parecía que iba a pedir limosna y no a comprar”, comentó en entrevista para el programa Todo para la Mujer.
La actriz dijo que entendía que no pudiera pasar, debido a las medidas que se han tomado por la contingencia sanitaria que se vive en el país a causa del coronavirus, pero que el empleado fue muy grosero.
“El de seguridad me dijo que no podía pasar, que solo de 9 a 11 de la mañana podían ir las personas de la tercera edad. Fue muy feo, casi me suelto a llorar ahí, me dolían las piernas de una forma tremenda”.
Mariscal dijo que gracias a la intervención de un diputado, aunque no quiso mencionar su nombre, pudo realizar sus compras.
“Les preguntó que por qué me tenían parada ahí y que no podían hablarme de tal manera”.
Lucila comentó que forma parte de las personas de riesgo ante la pandemia, ya que tiene diabetes, además de que tuvo que dejar de tomar un medicamento que le mandó el ortopedista porque puede ser más propensa al Covid-19.

Staff I Agencia Reforma