“El disparo no podría haberse dado sin alguien que jalara del gatillo”, fue la sentencia que dio ayer el FBI ante el fatal accidente en el set de la película Rust, que acabó con la vida de la fotógrafa Halyna Hutchins a manos del protagonista, Alec Baldwin.
Según el informe obtenido por ABC News, el reporte del FBI señaló que el arma no pudo haberse activado sola o por algún roce, pues sus funciones estaban intactas, poniendo a Baldwin una vez más en el ojo del huracán, pues él era quien sostenía la pistola previo al siniestro que también hirió al director de la cinta, Joel Souza.
Desde el trágico percance, ocurrido el pasado octubre, el actor dio dos versiones en las que se contradijo ante lo sucedido: en su primera entrevista dijo no haber apretado el gatillo, pero meses más tarde aseguró que lo hizo porque Hutchins se lo solicitó al estar ensayando la escena que filmarían.
También ha resaltado que tanto él como el equipo de producción tenían entendido que se trataba de un arma fría, término empleado para advertir en el foro que no está cargada con balas reales. Fue el mismo Souza quien confirmó esto ante la policía, asegurando haber visto cómo la encargada de utilería, Hannah Gutiérrez-Reed, le entregó la pistola al actor confirmándole que era segura.
El lunes, el Departamento de Policía del Condado de Santa Fe entregó la primera parte de la investigación con testigos, interrogatorios e incluso imágenes de Alec Baldwin, de 64 años, marcando la escena previa al disparo; sin embargo, aclararon que el caso aún no está cerrado, pues aún esperan algunos reportes, así como los registros telefónicos del actor.
Staff
Agencia Reforma
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