Debido a que comenzará la temporada vacacional por Semana Santa, los pobladores señalaron que una de las prácticas realizadas por los habitantes y visitantes de la Sierra Otomí-Tepehua es acudir a los ríos.

No obstante, agregaron, este año presentan menos nivel de agua, en comparación con periodos anteriores, cuando el acceso a los afluentes estuvo controlado debido a los contagios de coronavirus, así lo manifestaron pobladores y activistas sociales que se han dedicado a estudiar la riqueza biocultural de la región.

“El daño de los últimos años es cada día más inminente: los mantos freático se están secando, el agua ha comenzado a secarse e incluso a fluir contaminada. Además, los periodos de lluvias cada vez son más ligeros, lo cual es algo alarmante considerando que la zona es boscosa; por lo tanto, si llueve menos quiere decir que hay menos árboles que retengan e incluso atraigan el agua”, dijo en entrevista con Criterio el biólogo Eduardo López Santos

Los ciudadanos refieren que existe la posibilidad de que en los próximos años desaparezcan las zonas boscosas de la Sierra; esto, por factores como el cambio de uso de suelo y el crecimiento poblacional.

“Hace 20 años, llovía todo el año, las cosechas no tenían necesidad de pesticidas, las plagas no eran tan agresivas y los problemas de agua no existían. Es triste, ver cómo poco a poco todo se está acabando, sin que los más jóvenes lo noten”, dijo Josefa Pérez, habitante de la zona.

Vanessa E. Romero
Tenango de Doria

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