Para tratar de echar abajo el aumento de 30 por ciento a la dieta de integrantes del ayuntamiento de Tula, existirían cuatro mecanismos para iniciar quejas, a fin de revertir el aumento, “aunque sería complicado hacerlo”, explicó el contralor estatal Álvaro Bardales Ramírez.

El funcionario afirmó que el procedimiento no sería una impugnación, sino una queja, y precisó que no tendría que ser ante la Contraloría, sino ante la Auditoría Superior del Estado de Hidalgo (ASEH).

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Explicó que el primero de los cuatro procedimientos sería ante la Contraloría interna del ayuntamiento, donde se tendría que presentar la queja bajo el argumento de que el presupuesto no está disponible para ese incremento de la dieta.

Lo anterior, luego de que el regidor de Morena, Ricardo Baptista González, en conferencia de prensa y en sesión de Cabildo, expuso que va contra el aumento, pues no está de acuerdo con él, sobre todo porque en el municipio existen “condiciones precarias económicamente”, además de que hay muchas necesidades que deberían de ser atendidas antes de pensar en aumentos.

La segunda vía sería recurrir al Tribunal de Justicia Administrativa, mientras que el tercero sería presentar un escrito de queja o denuncia ante la Auditoría Superior del estado, para que, con sus facultades, se revise si estaba dentro de la partida presupuestal o no. Por último, señaló, que está la Fiscalía Anticorrupción.

Sobre la posibilidad de echar abajo el incremento, dijo que dependería de si ya se hizo efectivo, porque, en todo caso, se podría fincar responsabilidad a quien lo pagó.

Explicó que la dependencia que encabeza no puede actuar más que como orientador en torno a la forma de cómo presentar el escrito, porque no tiene facultades más allá, a diferencia de la ASEH.