Durante años, la presa El Manantial recibió la contaminación indiscriminada de desarrollos habitacionales e industrias, lo que provocó el gradual deterioro que derivó en una polución que ahora se intenta inhibir para rescatar el cuerpo de agua ubicado en los límites de la comunidad Tepojaco, aseveró Alejandro Rojas Cuevas, titular de la Dirección de Ecología en Tizayuca.

En entrevista con Criterio, el funcionario indicó que anteriormente no había regulación para evitar las descargas residuales en la zona, ocasionadas por compañías y constructoras que aceleraron el crecimiento urbano y de vivienda, aunado a la falta de proyectos relacionados con el medio ambiente como plantas tratadoras de aguas residuales.

Rojas Cuevas indicó que anteriormente El Manantial era un vaso regulador que tenía el objetivo de turnar el líquido a uso agrícola, siendo un proyecto federal a través de la Comisión Nacional de Agua (Conagua).

La presa fue utilizada incluso como un atractivo turístico por habitantes, quienes asistían a nadar, de pesca e incluso como día de campo.

Sin embargo, el director refirió que ahora el proyecto busca ser rescatado con el objetivo de tener aprovechamiento sostenible, como un sitio Ramsar (humedal protegido por ser considerado cuna de diversidad biológica), antes de ser abierto al público.

Lamentó que anteriormente hubiera desconocimiento en la afectación para el medio ambiente que traería consigo el desarrollo urbano y el impacto al medio ambiente, que provocó una contaminación desmedida sobre el cuerpo de agua.