El hongo que afectó al arbolado del citado plantel se denomina Seridium Cardinale, de acuerdo con el diagnóstico que obra en el dictamen levantado por la Dirección de Medio Ambiente, como lo establece el reglamento en la materia.
Ante reclamos ciudadanos, sobre todo en redes sociales, por el derribe de árboles a las afueras del edificio propiedad del municipio que desde hace décadas ocupa la secundaria particular José María Lezama, la Dirección de Medio Ambiente de Tulancingo informó que la medida era necesaria debido a que estaban infestados por un hongo “altamente transmisible y contaminante”.
La dependencia, a través de un comunicado, explicó que emprendieron acciones para contener y erradicar el hongo; sin embargo, no fue posible conservar el arbolado y tuvieron que retirarlo para evitar que la enfermedad se propague.
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Puntualizó que, al igual que sucede con los arboles afectados por el gusano descortezador, la madera infestada por dicho hongo no puede ser aprovechada y debe ser destruida para evitar que otras especies se contaminen.
El hongo que afectó al arbolado del citado plantel se denomina Seridium Cardinale, de acuerdo con el diagnóstico que obra en el dictamen levantado por la Dirección de Medio Ambiente, como lo establece el reglamento en la materia.
El documento refiere que el retiro del arbolado procede en casos de riesgo fitosanitario o por riesgo civil, cuando haya la posibilidad de que el ejemplar colapse por debilidad estructural.
Meses atrás, frente al auditorio Manuel Fernando Soto, el gobierno municipal retiró el arbolado afectado por la plaga del gusano descortezador y posteriormente aplicó la misma medida en el fraccionamiento San Andrés y en las inmediaciones del Seminario.