En la Huasteca no hay infraestructura para impulsar la movilidad de personas con alguna discapacidad motriz, toda vez que las rampas que se han construido no cumplen con la normativa necesaria para facilitar la vida de este sector.
León Eduardo Fernández, instructor en Protección Civil certificado por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) y con registro ante la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), señaló que en México existen normas y reglamentación oficiales que establecen las características arquitectónicas para facilitar el acceso y tránsito de las personas con discapacidad; sin embargo, dijo que es evidente “la enorme carencia” de infraestructura para cubrir las necesidades de este sector.
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Señaló que las autoridades han mostrado “un elevado desinterés” en hacer valer la Norma Mexicana NMX-R-050-SCFI-2006, de tal manera que se ha generado la creencia de que las adecuaciones de accesos y espacios para los discapacitados están sujetas al criterio de quien construye.
“Podemos ver que no hay vigilancia gubernamental para la observación de las dimensiones y ubicación de lo indispensable para la movilidad de personas con muletas, sillas de ruedas o prótesis diversas, que les permiten desplazarse cómoda y libremente, incluyéndose a los invidentes”, expresó.
Lamentó que, en el caso particular de Huejutla, no hay interés de los gobiernos locales por crear banquetas “planas” y sin obstáculos para discapacitados, mismos que deben transitar por el arroyo vehicular, con el riesgo de ser atropellados o sufrir algún accidente.
Agregó que la autoridad local se limita a pintar cajones de estacionamiento en sitios públicos, pero no es suficiente, porque de nada sirve eso si no vigila el respeto a dichos lugares. Incluso, aseveró, varias veces son los propios funcionarios quienes los utilizan, a pesar de existir la señalización restrictiva correspondiente.
Observó que se han modificado algunas esquinas del centro para dar acceso a personas con discapacidad, pero consideró que ha sido “por aparentar empatía”, no por funcionalidad.
“Un caso particular son las rampas ubicadas en el parque de Huejutla. Su inclinación o pendiente está muy por encima de la norma y no son usadas por quienes las necesitan debido al peligro que representan”, expuso.
Dijo que otra evidencia es una rampa que fue construida en la cerrada de la colonia Cerecedo Estrada, con una inclinación superior a los 30 grados, cuando la norma indica que no debe rebasar los 10 grados para que sea funcional.
“Que el gobierno municipal, por sí mismo o con el respaldo de instancias superiores, destine y aplique transparentemente recursos para un reordenamiento de las calles y sus banquetas, que exija a los propietarios de inmuebles acatar los reglamentos de construcción y que en su momento se apliquen sanciones como corresponda; incluso, ordenar la demolición y reconstrucción de lo que no sea funcional”, sostuvo.
Salomón Hernández | Huejutla
