El exedil priista de Singuilucan José L. L., durante el periodo 2012-2016, fue detenido la tarde del miércoles, acusado de peculado en agravio del erario municipal, justo 10 años después de que habitantes de la demarcación tomaron la alcaldía, en protesta por diversas irregularidades, como nepotismo, obras deficientes que no correspondían con los montos reportados, falta de perfil y altos sueldos de los servidores públicos, que en el caso del presidente ascendía a 70 mil pesos mensuales.

La toma de la alcaldía comenzó la mañana del 21 de octubre de 2013 y se extendió varios días, en los que el grupo inconforme autodenominado Todos Somos Singuilucan montó guardias, acudió al Congreso de Hidalgo y ante otras dependencias gubernamentales, para exigir respuesta a sus demandas, en especial la disminución del salario de los funcionarios y que este fuera acorde a la tabulación recomendada por la Legislatura local.

También, exigían la destitución del entonces director de Seguridad Pública, José Montaño Gómez, y la depuración de los elementos de la corporación, mismos que en su momento recibieron la orden de reprimir la movilización y rociaron gas lacrimógeno a los manifestantes.

Gabriel Dávila, quien al igual que su padre Crispín Dávila, Vicente López, Felipe Olvera y Roberto García, entre otros, formó parte de la agrupación Todos Somos Singuilucan, lamentó que tuvo que haber un cambio de régimen para que la justicia se hiciera presente y consideró que el caso del exedil priista es un claro ejemplo de cuando “el interés político termina por superar el Estado de derecho”.

María Antonieta Islas | Singuilucan