En el olvido, así es como quedaron los alumnos, padres de familia y docentes del jardín de niños Doctora Columba Rivera de Pachuca, pues debido a reparaciones en una escuela primaria contigua a la institución, su barda perimetral ha sufrido desperfectos, los cuales hasta el momento no han sido reparados.

Desde diciembre del año pasado, la escuela primaria Ignacio Zaragoza, vecina del kínder antes mencionado, está en reparaciones, pero lo que la constructora encargada de las tareas no se percató, es del daño ocasionado a otras instalaciones contiguas.

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En entrevista con Criterio, Orlando León Orozco, presidente del programa “La escuela es nuestra”, del jardín de niños ubicado en avenida Revolución de Pachuca y con el que comparte una barda la primaria antes mencionada, detalló todas las anomalías que surgieron a raíz de las remodelaciones de la otra institución.

De acuerdo con el padre de familia, en enero del presente año comenzaron a notar como un muro perimetral que se encuentra justo en la entrada del jardín de niños, comenzó a agrietarse, a raíz de la remodelación del plantel vecino.

Aunado a ello, las escaleras y baños que se encuentran en esa misma zona presentaron derrumbes en parte de su estructura, lo que se generó por el golpeteo de las máquinas en la pared que comparten con la escuela Ignacio Zaragoza.

Sin embargo, para su disgusto, al comentar eso con las autoridades de la otra escuela y con la empresa constructora, se percataron de que ninguno le dio importancia a su situación, ya que les comentaron que no iban a reparar los desperfectos en sus instalaciones.

Casi un mes después, en febrero de este año, el titular de la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH), Natividad Castrejón Valdez, acudió a la primaria para revisar los avances de la obra.

Durante esa visita fue abordado por los padres del jardín de niños, quienes le comentaron la situación mientras él mismo recorría las instalaciones dañadas.

Al percatarse de la problemática, Castrejón Valdez les aseguró que días después enviaría a su equipo de trabajo para poder revisar los desperfectos y poder arreglarlos.

No obstante, a un mes de esa visita, tanto los padres, alumnos y docentes del jardín de niños no han tenido solución al problema que ya obligó a los 60 pequeños a tomar clases en una escuela que se encuentra a algunas cuadras de su plantel.

A decir de Orlando, el conflicto ha traído varias consecuencias, entre ellas están problemas de salud en los niños, ya que el polvo y ruido de la construcción aledaña han ocasionado enfermedades respiratorias, de la vista y del estómago.

Por ello, piden a la Seph que cumpla con las reparaciones que se pactaron hace más de un mes y no por arreglar una institución dañe otra de igual importancia.