Te presentamos un recorrido por algunas de las cantinas que han resistido la prueba del tiempo y que son parte inseparable del alma de Pachuca
El Centro Histórico de Pachuca es más que un simple recorrido por el pasado. Es un viaje a través del tiempo, donde los comercios del siglo XVII y XVIII aún resuenan con historias por descubrir y sabores por experimentar. Para los amantes de la tradición y la autenticidad, aquí te presentamos un recorrido por algunas de las icónicas cantinas que han resistido la prueba del tiempo y que son parte inseparable del alma de esta ciudad.
Te puede interesar: Por el Refrendo Vehicular en Hidalgo, se han recaudado 263.9 mdp
Únete a nuestro Canal de Whatsapp y recibe las noticias en tiempo real https://bit.ly/3S0OztH
Con 124 años de historia, el Salón Pachuca es uno de los tesoros más preciados entre las cantinas del centro. Este centro botanero, de ambiente familiar y acogedor, es un punto de encuentro para personas de todas las edades. Desde sus tortas de bacalao hasta las tostadas de ceviche, pasando por la flor de madroño en mole durante la Cuaresma, cada visita es una experiencia imperdible que te transporta a través del paladar y los recuerdos.
Bajo el icónico arco de entrada del Barrio Mágico El Arbolito, se encuentra la Cantina Don Cu, un auténtico templo del pulque impregnado de la tradición minera de la región. Aquí, mientras disfrutas de un cara blanca, podrás escuchar las fascinantes historias de los ex mineros que aún frecuentan el lugar. Una experiencia que deleita tanto el paladar como el alma.
Con casi 100 años de legado, El Tapatío, anteriormente conocido como La Tapatía, se destaca por su habilidad para “quitarle la resaca a la gente” con sus recetas secretas y su vibrante atmósfera festiva. Desde una chabelita hasta un chiquitín special, cada bebida es una invitación a sumergirse en un mundo de música y colores brillantes.
Con más de siete décadas de historia, el Tratado de Versalles ofrece una experiencia única con sus bebidas que guardan ingredientes secretos para refrescar el ánimo. Frecuentado por una diversidad de personas, desde universitarios hasta trabajadores, es el lugar perfecto para disfrutar de una buena bebida en compañía de amigos.
Conocido como el lugar de referencia entre las cantinas para los estudiantes universitarios, Don Chino ha sido testigo de innumerables historias desde su apertura en 1945. Cada visita es inmortalizada con un mensaje en una hoja de libreta escolar, dejando un testimonio de la conexión eterna entre el sabor de sus rones y el espíritu de la juventud.
Con 65 años de antigüedad, El Faro brilla como un faro de cordialidad y precios justos en el corazón del centro histórico. Atendido por el legendario cantinero Don Pedro “El Huasteco”, este establecimiento ofrece un ambiente tranquilo y acogedor que ha conquistado los corazones de hombres y mujeres por igual.
Desde los años setenta, La Barata ha sido un punto de encuentro para aquellos que buscan disfrutar de una buena botana y una amena charla. Con su estilo porfiriano y su barra que cuenta con más de 140 años de historia, este lugar es una verdadera institución en el centro histórico de Pachuca.
Con su puerta al estilo del viejo oeste y su amplia selección de bebidas, La Estudiantina es otro de los tesoros del centro histórico. Conocido por abrir temprano y por su ambiente tranquilo, es el lugar perfecto para relajarse y disfrutar de la compañía de amigos.
Reconocido por sus exquisitos platillos y su ambiente festivo, el Salón Regio es un punto de referencia de las cantinas desde hace casi un siglo. Con su barra centenaria y su música en vivo, cada visita es una fiesta para los sentidos que deja una impresión imborrable en el alma de quienes lo visitan.
Con una barra atendida por un experto en coctelería, La Barrica es el lugar perfecto para disfrutar de una buena bebida y una conversación entre amigos. Con su ambiente tranquilo y acogedor, es el refugio ideal para relajarse y disfrutar de la noche.