Desde hace 10 años, Claudia, o Clau, como la conocen sus amigos y clientes, maneja un taxi por las calles de Pachuca y la zona metropolitana, ganando terreno en una profesión en la que hasta hace unos años las mujeres no figuraban.

Con una sonrisa, de trato amable y en uno de los ratos libres que su trabajo le da, Claudia le dio una entrevista a Criterio, en la que destacó la valentía y lucha que ha tenido que hacer para posicionarse en un trabajo que, le advertían, era solo para caballeros.

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Claudia, luego de un divorcio, se decidió a comprar un vehículo y ponerlo a trabajar como transporte público; sin embargo, en ese entonces no se imaginaba que esta profesión sería el sustento para sus tres hijos, ya que ser taxista es una actividad que compagina con ser madre.

Con jornadas largas y sin un horario fijo, conduce su taxi por cualquier rincón de la ciudad, en su mayoría con servicios ya programados, que, afirma, son los que más abundan, pues ha sabido ganarse la confianza de su clientela, quienes ya la buscan para sus traslados.

No obstante, como toda persona, tiene metas de vida, una de ellas es poner una lavandería en un espacio libre que tiene en su hogar, para lo cual, aseguró, le falta aproximadamente un año de trabajo.

“Lo complicado de andar en el taxi son los tiempos, hay días en que salgo muy temprano o regreso muy noche, pero lo bonito son las historias, la cantidad de personas que conoces estando en esto”, dijo Claudia.

Para sobrellevar las largas jornadas o el calor intenso que en esta temporada azota a la capital hidalguense, con una buena música y una buena plática, logra recabar energía para continuar con su trabajo.

“LAS MUJERES YA DAMOS MÁS CONFIANZA”

Con varias compañeras en la misma profesión, entre risas, Claudia admite que las mujeres se han logrado posicionar en un lugar importante dentro de la prestación de servicio en el transporte público.

Tanto es así que señaló que varios de sus clientes le han confesado que ellas dan más confianza que algunos conductores masculinos, pues tienen el tacto para tratar desde menores hasta personas de la tercera edad.

Incluso, recordó una historia que le dejó un sentimiento satisfactorio, pues en una ocasión no le cobró a una persona mayor que acudió a arreglar un problema al banco y que únicamente contaba con 50 pesos para su traslado y el regreso a casa.

Aprovechando la ocasión del Día Internacional de la Mujer, este 8 de marzo, Clau, invita a todas las mujeres que están considerando ingresar al mundo del transporte público a animarse, ya que es un trabajo en el que no hay límites ni barreras de género.