Ricardo Baptista González, diputado local por el distrito XIV Tula de Allende —que comprende ese municipio, Tlahuelilpan y Tlaxcoapan—, manifestó que, a un año de la explosión en San Primitivo, aún no hay coordinación entre los tres órdenes de gobierno y Petróleos Mexicanos (Pemex) para la atención a fugas e incendios derivados de tomas clandestinas.
En entrevista con Criterio, el legislador consideró que la tragedia no debió haber sucedido, ya que, dijo, la respuesta de las autoridades fue lenta y los policías locales, estatales y soldados destacados en la zona cero fueron rebasados por los pobladores. Además, lamentó que, hasta la fecha, no hay protocolos efectivos de actuación para hechos similares.
Sin embargo, reconoció al Cuerpo de Bomberos de Tlahuelilpan, ya que ellos mitigaron el fuego.
“Los protocolos, si los hay, no se conocen con plenitud y no hay coordinación entre los tres niveles de gobierno. Es momento de que proporcionen estos protocolos, que los conozca la población. A la gente no le han dicho cómo actuar y qué hacer”, agregó.
Baptista González aseveró que, a un año de la tragedia, percibe que los pobladores de Tlahuelilpan recuperan su cotidianidad, algunos quieren olvidar y todos, salir adelante.
“Me dicen los pobladores que quienes conocían que se dedicaban a vender hidrocarburo ilegal, tras la explosión, regresaron a trabajar de albañiles o peones”, aseguró.
Mencionó que hace tres años —durante la administración de Enrique Peña Nieto— quedó claro que la región era una zona de compra-venta ilegal de combustible, ya que, tras el gasolinazo, la población saqueó negocios y robó una pipa en Tepetitlán para llevarla a Tula.
Marisol Flores I Pachuca
También te puede interesar La explosión en Tlahuelilpan, un parteaguas para la Procuraduría