A man drives a motorcycle past a makeshift refinery using burners to distill crude oil in the village of Bishiriya in the countryside near the town of Qahtaniya west of Rumaylan (Rmeilan) in Syria’s Kurdish-controlled northeastern Hasakeh province, on July 19, 2020. – Oil pollution in Syria has become a growing concern since the 2011 onset of a civil war that has taken a toll on oil infrastructure and seen rival powers compete over control of key hydrocarbon fields. In the Kurdish-held northeast, a large storage facility in the Rmeilan oil field in Hasakeh province is of particular concern, with leaks from the Gir Zero storage facility have been suspected since at least 2014, and the latest just in March 2020. (Photo by DELIL SOULEIMAN / AFP)
Nueve personas, en su mayoría combatientes, murieron ayer en un ataque con coche bomba contra un retén controlado por los turcos en el noreste de Siria, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
La explosión, que ocurrió en el poblado de Tal Halaf, al oeste de la ciudad de Ras al-Ain, también causó 15 heridos, de acuerdo con la ONG.
Ras al-Ain y sus alrededores están controlados por sirios que trabajan para Turquía, tras una ofensiva lanzada por el gobierno turco en el noreste de Siria en octubre de 2019 para sacar de ahí a la principal milicia kurda de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG).
La ofensiva turca hizo posible controlar en la frontera una franja de 120 km de largo y 30 de ancho, entre las ciudades de Tal Abyad y Ras al-Ain.
Una moto cargada de explosivos mató el martes a dos civiles y a un combatiente en Ras al-Ain. Dos días antes, otro ataque en un mercado de la ciudad causó ocho muertos, entre ellos seis civiles, según el OSDH.
Las YPG desempeñaron un papel determinante en la coalición encabezada por Estados Unidos contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Siria.
Pero Turquía las considera un grupo terrorista y extensión del partido independentista kurdo PKK, insurrecto en el sureste de Turquía desde 1984.
Turquía interrumpió su operación militar en el noreste de Siria tras lograr acuerdos con Estados Unidos y Rusia que prevén la retirada de las YPG de la mayor parte de sus posiciones fronterizas.
Turquía quiere establecer una zona de seguridad en el norte de Siria, para instalar ahí parte de los 3.6 millones de refugiados sirios presentes en su territorio.
La guerra en Siria ha causado más de 380 mil muertos y millones de desplazados.
AFP I Beirut