Debido a su precario estado de salud, el expresidente del Patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), Gerardo Sosa Castelán, recuperó la noche de este jueves su libertad, después de un año cinco meses de permanecer en el penal de máxima seguridad del Altiplano.
De acuerdo con funcionarios judiciales, un juez de control del Centro de Justicia Penal Federal de Almoloya de Juárez autorizó el cambio de medida cautelar por la de arraigo domiciliario.
Durante una audiencia que se celebró esta noche a petición de la Fiscalía General de la República (FGR), Sosa Castelán continuará enfrentando el proceso desde su domicilio, por lo que deberá portar un brazalete electrónico.
Sosa Castelán estaba recluido desde el 31 de agosto de 2020 por los presuntos delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita por 58 millones 200 mil pesos.
El pasado 21 de enero, la FGR pidió el cambio de medida cautelar para “salvaguarda la salud e integridad del imputado”.
De acuerdo con el antepenúltimo párrafo del artículo 167 del Código Nacional de Procedimientos Penales (CNPP):
“El juez no impondrá la prisión preventiva oficiosa y la sustituirá por otra medida cautelar, únicamente cuando lo solicite el Ministerio Público por no resultar proporcional para garantizar la comparecencia del imputado en el proceso, el desarrollo de la investigación, la protección de la víctima y de los testigos o de la comunidad o bien, cuando exista voluntad de las partes para celebrar un acuerdo reparatorio de cumplimiento inmediato, siempre que se trate de alguno de los delitos en los que sea procedente dicha forma de solución alterna del procedimiento”.
Redacción
También te puede interesar: Niegan descongelar las cuentas de hijas de Sosa