Real Madrid y Atlético se juegan hoy la Supercopa de España en una final con tintes de revancha en la ciudad saudita Yedá.

El nuevo formato de Supercopa inaugurado este año en Arabia en forma de final a cuatro ha llevado a que ni el Barcelona, campeón de la pasada Liga, ni el Valencia, ganador de la Copa del Rey, pugnen en la final.

El Barsa cayó el jueves en la semifinal ante el Atlético (3-2), subcampeón de liga, abriendo una crisis que ha hecho tambalearse a su entrenador Ernesto Valverde, para el que ya suena el exjugador azulgrana Xavi

Hernández como sustituto, mientras que el Valencia perdió con el Real Madrid (3-1) el miércoles.

El equipo blanco arribó a Yedá como semifinalista de copa con mejor historial, ocupando la plaza que debería haber tenido el Barcelona como finalista, pero que ya tenía su puesto como campeón liguero.

El Real Madrid, el segundo equipo que más veces ha ganado la Supercopa, buscará en Arabia la revancha de 2014 contra el Atlético de Madrid.

En aquella ocasión, a doble partido, el Atlético se impuso 1-0 en la vuelta, tras un empate 1-1 en la ida. El Real Madrid trata hoy en el estadio King Abdullah de hacer olvidar aquella derrota alzando su undécima Supercopa de España.

El equipo blanco dejó una buena impresión el miércoles laminando al Valencia 3-1 con un sorprendente dibujo con cinco centrocampistas que le dio un gran resultado.

El equipo merengue apenas notó las sensibles ausencias de última hora por una lesión muscular de su goleador Karim Benzema y de Gareth Bale, quien sufrió una infección en el tracto respiratorio superior.

Pero no lo tendrá fácil ante un Atlético animado por la épica victoria ante el Barsa del jueves, al que remontó en apenas cinco minutos un 2-1 en contra para ganar 3-2. “Nos ha aportado mucha fuerza (la remontada contra el Barcelona), es muy importante conseguir lo que conseguimos en la semifinal y como lo hicimos”, afirmó este sábado el centrocampista Saúl Ñíguez.

El Atlético tiene la oportunidad de repetir su victoria de 2014 en la Supercopa contra el Real Madrid (1-1, 2-1), en la que la cruz fue la expulsión de Simeone.

AFP | Yedá