Alberto Rodríguez tiene los recuerdos frescos de aquel primer título del Pachuca en el Invierno 1999

El entonces capitán blanquiazul recordó que tras el gol del argentino Alejandro Glaria, el equipo no tenía ni con qué festejar el título en vestidores, contrario a Cruz Azul, que ya contaba con una gran fiesta preparada en casa (el Estadio Azul).
“Lo hicimos con refrescos, con los gatorades”, recordó Beto.

Asimismo, compartió que, a pesar de ser el capitán, fue uno de los últimos en alzar el trofeo, ya que Jesús Martínez fue el primero y de ahí se fue rolando hasta que terminó en sus manos.
Sobre el encuentro, mencionó que el plantel vivó con dramatismo el duelo en la Ciudad de México, pero, antes del tiempo extra, Javier Aguirre les liberó presión reiterándoles que la obligación era del rival, frase que usó durante toda la liguilla.

Explicó que el título fue el premio a un torneo en el que todos los jugadores pusieron su esfuerzo y dedicación, primero, para eludir el descenso, ya que esa era la misión principal.

Tras concluir en el séptimo lugar general (tercero del grupo 4) y avanzar a su primera liguilla, manifestó que el plantel no se conformó, pues ya había dado un gran paso y estaban dispuestos a aumentar la gloria del equipo.

Agregó que cada rival en la fase final les exigió al máximo, lo que le dio un plus al campeonato, pues eliminaron, primero, a un aguerrido Morelia, en repechaje; después, en cuartos de final, al campeón del torneo pasado; y, en semis, al superlíder Atlas.

Rodríguez dijo que ese campeonato fue un parteaguas en la historia del club, pues ese título marcó una línea de triunfos en el futbol mexicano, ya que después llegaron a otras ocho finales, de las cuales se ganaron cinco.

También destacó la confianza de la directiva para lograr la hazaña, pues Martínez apostó, en ese entonces, todo su patrimonio a este equipo, el cual respondió, en primera instancia, con  la salvación.

De manera personal, el Beto comentó que el título catapultó su carrera a la Selección Nacional para ser parte del proceso rumbo a Corea-Japón 2002, siendo la base tuza en la que confió el Vasco, junto a Francisco Gabriel de Anda, Manuel Vidrio y Gabriel Caballero.

Alberto Rodríguez fue un pilar fundamental y líder en la cancha durante los siguientes 10 torneos con los hidalguenses, en los que alzó otros dos títulos (Invierno 2001 y Apertura 2003), así como la Copa de Campeones de la Concacaf en 2002, que fue el primer trofeo internacional  de la institución.

Alejandro Velázquez
Pachuca