El Club Pachuca ha sido el pionero en el futbol mexicano y uno de los aportes más simbólicos fue la creación del primer grupo de animación, con la barra Ultra Tuza.

Todo se gestó desde la final que pierde Pachuca ante Celaya, en la temporada 1994-1995, en la entonces Primera A, con unos cajeteros enmudeciendo el estadio Hidalgo, situación que Andrés Fassi, entonces directivo de la institución, consideró que pudo revertirse si la gente hubiera hecho pesar la tribuna para contagiar al equipo e ir nuevamente por el empate o revertir el marcador.

Tras ello, en un viaje a Centroamérica para buscar refuerzos, conoció a Eduardo Lalo González y Jorge el Chino Díaz, quienes fueron los creadores de la Ultra Tuza.

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Lalo ya había consolidado grupos de animación en su natal Chile y Costa Rica, por lo que México era un nuevo reto para consolidar esta forma de apoyo que, en ese entonces, no se había visto en México, más que las tradicionales porras.

Enrique Muñoz, uno de los líderes que ha tenido este grupo de animación, compartió que la presentación de la barra Ultra Tuza, la noche del 26 de enero de 1996, fue una experiencia única tras semanas de ensayos y organización en el polifórum José María Morelos y Pavón.

“Llegar a esta cantidad de años llena de nostalgia, porque empiezas a recordar, como cada año, los inicios, que fueron muy buenos, pero también con mucho trabajo y dedicación para que todo se realizara y llegara a ser una de las barras más importantes de México”, dijo en entrevista.

El Güero, como se le conoció en sus inicios en la barra, fue ganándose la confianza de los fundadores para irle cediendo la estafeta y comandar al grupo de animación durante varios años.

“Con el andar de partidos, viajes, conviviendo con Jorge Díaz y Lalo, con otros compañeros que nos conocimos en aquel entonces, me dan la oportunidad de integrarme en la organización”, detalló.

A tres años de la creación de la barra Ultra Tuza, comentó que sus integrantes vivieron con alegría el primer título de Liga MX del Pachuca, en el Invierno 1999, hecho que, aseguró, marcó a cada uno de los aficionados, situación similar que vivieron en la obtención de la Copa Sudamericana, en 2006.

Además del título internacional mencionado, Muñoz también ha acompañado a Pachuca en su participación en la Copa Libertadores, en 2005, así como en algunos de los Mundiales de Clubes.

Sin embargo, también han atravesado por momentos complicados, como algunas agresiones en sus inicios, al ser algo novedoso; incluso, una vez se quedaron sin autobuses y tuvieron que esperar hasta que otros aficionados les facilitaran nuevamente transporte para volver: “Una vez nos mandaron otros camiones, porque en los que íbamos quedaron inservibles”.

A pesar de ello, dijo que la Ultra Tuza siempre se ha manejado con un código familiar; incluso, durante estos 28 años siempre ha tenido presencia de pequeños, jóvenes, mujeres y adultos mayores en sus filas.

“Esa fue la finalidad, de que participara toda la familia, desde el niño más chico hasta la persona más mayor, quienes siempre han tenido presencia en la barra”, señaló.

Recordó que otra forma de control dentro del grupo de animación fue la credencialización de sus integrantes, así como un protocolo de convivencia, tanto de forma interna como externa. “Con un reglamento interno se logra tener un vínculo de respeto, tanto entre los mismos miembros de la barra como con otras de México”, abundó.

Durante esto 28 años, mencionó que la barra Ultra Tuza también se ha caracterizado por su labor social fuera de las gradas, colaborando a la población que padeció diversos desastres naturales, entre otras formas de apoyo.

“En las últimas desagracias que ha tenido México, la barra ha hecho recolección de víveres, también entrega de juguetes. Antes también hubo entrega de libros para escuelas. No solo se trata de que se lleve la pasión en el estadio, sino que cada integrante aporte algo para la sociedad”, indicó.

Con más de un cuarto de siglo de convivencia, indicó que entre los fundadores y también la gente que se fue sumando en el camino existe algo más que amistad; incluso, algunas parejas se formaron dentro de las filas de este grupo de animación.

“Es como una hermandad. Nos conocimos primero por la pasión por Pachuca, pero en el camino encontramos personas que marcaron nuestras vidas; en la barra ha habido matrimonios, que ahora ya llevan a sus hijos”, expuso.

Sobre su actualidad, refirió que la barra Ultra Tuza puede volver a ser lo que fue en sus inicios, si se logra una sinergia entre la vieja y nueva guardia.

“La gente de Pachuca tiene pasión; solo falta unir a las nuevas generaciones con las pasadas para que se vuelva a tener ese grupo numeroso. También hace falta que uno como aficionado siempre se haga presente en el estadio; esto, en general”, consideró.

Finalmente, Enrique Muñoz consideró que sus 28 años de existencia se deben al trabajo que han hecho todos los involucrados, que han puesto su granito de arena para mantener a la Ultra Tuza como la madre de todas las barras en México.

“Felicitar a todos, desde los primeros líderes que hubo hasta los actuales; felicitarlos por esta pasión y tiempo que ha tenido para el equipo”, cerró.