Viridiana Salazar escribe su nombre con letras importantes en la historia del Pachuca femenil.

Luego de dos años y medio en la institución, la quintanarroense se ubica como la máxima anotadora en el club, con 43 tantos y contando.

Este Apertura 2019 ha sido la punta de lanza en su carrera, pues con 17 dianas alcanzó el primer título de goleo para la institución, además de imponer una nueva marca, ya que el máximo de tantos en una fase regular era de 15.

“Esta temporada, sin duda alguna, ha sido de ensueño para mí y muy contenta de poder aportar al equipo”, expresó la atacante, quien, en fase final, acumuló otros tres tantos en los cuartos de final.

Virigol comentó que su logro es resultado del esfuerzo, trabajo y sacrificio, aunque reconoció que no esperaba que fuera de tan gran magnitud.

“No, mi aspiración era otra. Después de cinco torneos empecé a madurar, tanto dentro como fuera de la cancha; empecé a mejorar en muchísimos aspectos y creo mediantemente la competencia, que ha crecido estos cinco torneos, me ha ayudado muchísimo”, abundó.

Sin embargo, mencionó que no todo ha sido alegría, ya que la poca actividad la tenía con cierta desesperación de tratar de mostrar todo su potencial.

“Fueron altas y bajas; hubo un momento en el que yo toqué fondo acá; no me tocaba jugar y si entraba a jugar, eran 10 minutos; fue un proceso muy complicado, porque mis aspiraciones siempre han estado muy altas; hoy que puedo aportarle al equipo estoy muy contenta, ilusionada con apostarle más en esta fase final”, detalló.

Ahora, confirmada como una de las piezas claves del esquema de Eva Espejo, manifestó que su misión es aportar para que el plantel alcance su primer título en la Liga MX Femenil, aunque sabe que hoy tendrá un duro obstáculo en semifinales, ante las sublíderes Tigres.

“Va a ser un rival muy complicado, sabemos de la calidad de cada una de sus jugadoras, pero, bueno, vamos a salir a hacer nuestro juego, hacer lo que hicimos durante toda la temporada y sacar un buen resultado”, expresó.

Viri descartó que exista confianza ante rival, que su único descalabro en el semestre se dio en la Bella Airosa: “Sabemos que la fiesta grande es otro torneo; estamos totalmente concentradas en lo que tenemos que hacer”.

Destacó que para esta liguilla cuenta con todo su arsenal disponible para tratar de alcanzar su segunda final y pelear por el título.

“Sabemos que durante todo el torneo hemos tenido altas y bajas; hemos pasado por diferentes situaciones, como lesiones y convocatorias a selección, pero ahora contamos con todas nuestras jugadoras”, dijo.

Finalmente, Salazar reconoció que el plantel tiene una deuda, pues saben que cuentan con el material humano para trascender; sin embargo, en los primeros cuatro torneos se quedaron a la orilla; espera que el quinto sea la vencida.

“Al final, hemos pasado por diferentes circunstancias; hemos quedado eliminadas en dos semifinales, hemos perdido una final; incluso, nos ha tocado no clasificar a la liguilla.

Hoy que nos toca estar acá de nuevo, creo que todas experiencias nos están sirviendo para encarar de mejor manera los compromisos que viene”, remató.

SUS INICIOS

El andar de Viridiana Salazar surgió desde los seis años en su natal Othón P. Blanco, donde seguía a su hermano a sus encuentros.

“Era portero; curiosamente, por él comencé a jugar. Lo acompañaba y le pasaba los balones cada vez que se iban detrás de la portería; ahí fue naciendo el amor al futbol”, recordó.

No obstante, el camino no fue sencillo, pues batalló para encontrar un equipo en el cual pudiera desenvolverse.

“Cuando recién yo empezaba a jugar futbol, era muy difícil encontrar una niña jugando este deporte; poco a poco se empezó a permitir que las niñas jugaran con los niños: el futbol mixto. Gracias a Dios hoy creció más el futbol con ligas femeniles”, agregó.

Viri superó todos los obstáculos hasta llegar a ser seleccionada de Quintana Roo, disputando nueve ediciones de la desparecida Olimpiada Nacional, con dos medallas de oro, en 2010 y 2016, así como un bronce, en 2011.

“En ese trayecto fue una aventura muy bonita porque aprendí muchísimo, siempre tuve la oportunidad de representar a mi estado”, recordó.

Mencionó que la creación de la Liga MX Femenil fue la oportunidad que miles de mujeres anhelaban, y que año con año cobra mayor relevancia.

“Fue una ilusión muy grande que ya iba a existir una liga en donde sabíamos que el nivel iba a crecer poco a poco, conforme al compromiso que le están dando los clubes y las jugadoras; cuando me dan la noticia, estaba consciente de que yo podía, en algún momento, aspirar a algo así”, abundó.

Pero dar el siguiente paso no fue sencillo, aunque reconoció que dejar la comodidad de su hogar le ayudó a crecer como persona y futbolista.

“Complicado. Siempre es difícil el inicio de todo, salir de tu zona de confort, pero es algo que te hace ser muchísimo más fuerte; madurar conforme pasan los días aquí. Me han tocado vivir ajenas dentro del campo, pero eso me ha ayudado a ser más fuerte”, señaló.

ROMANCE TUZO

Desde el anuncio de la Liga MX Femenil, Pachuca fue uno de los primeros clubes en poner manos a la obra; en diciembre de 2016 ya tenía una base que disputaría el Apertura 2017.

Virigol se unió al plantel en una de las últimas visorias que realizó el equipo, pues se ganó su lugar en una edición de la Copa Tuzos, la cual ganó con una filial de Cancún.

El equipo campeón enfrentó en un amistoso a las Tuzas, que recién habían ganado la Copa MX, duelo en el que Salazar anotó un gol y llamó la atención de Eva Espejo, invitándola a una semana de prueba.

Recordó que fueron cerca de 40 jugadoras las que aspiraban a un lugar en el plantel, de las cuales Karen Díaz y ella aseguraron su permanencia en la Bella Airosa.

“Ha sido una experiencia muy bonita; desde que llegué acá me han tratado muy bien, la institución le ha puesto muchísimo empeño a su equipo femenil”, manifestó.

Viridiana compartió que con las Tuzas encontró su vocación en la cancha, pues en un principio no desempeñaba labores ofensivas.

“Inicié como defensa lateral; comencé a jugar por la banda derecha; seguidamente, me empezaron a meter un poquito de contención,;ya que llegué aquí a Pachuca me convertí complemente en delantera”, recordó.

Alejandro Velázquez I Pachuca