Araceli Hernández completó la palabra México tras conseguir la letra O que faltaba en su colección.
Y lo festejó subiendo a lo más alto de una escalinata afuera del Estadio Olímpico Universitario, con el brazo derecho extendido, del cual colgaban cada una de sus seis preseas.
Aunque el domingo terminó de reunir su colección, la letra que más lágrimas le costó fue la E, pues un día antes del maratón. De hace cuatro años, falleció su suegro y recorrió los 42 kilómetros sin el ánimo de su familia apoyándola en el trayecto.
“Fue en la que hice mejor tiempo porque un día antes falleció mi suegro y no iba yo a venir. Mi marido, que siempre me acompañ, me dijo que viniera porque sabía lo que yo había entrenado, habían sido seis meses de entrenamiento, pero vine sola y ellos siempre vienen conmigo (mi familia)”, comentó Hernández luego de registrar un tiempo de 4 horas y 4 minutos
Tener la letra O colgando en su pecho fue para la mexicana ver reflejada su fortaleza. “En esta letra O mi hijo no estuvo aquí, pero buen, los hijos tienen que volar, él está fuera del país, es complicado”, dijo la maratonista con los ojos brillantes.
Yarek Gayosso I Agencia Reforma