México ve el duelo de vida o muerte contra Suecia como la oportunidad para romper límites y ser un espejo para cada mexicano.

“Somos la única selección con seis puntos y no hemos clasificado. Mucha gente podrá hablar lo que sea, pero para mí es una gran oportunidad de romper límites, demostrar que se puede, todo ese trabajo, y que el futbol hable por sí solo”, expresó el delantero Javier Hernández.

“Vamos a hacerlo de la mejor manera y ojalá podamos disfrutar como hasta ahora, con toda la motivación y confianza y ojalá podamos asegurar nuestra clasificación en primer lugar”.

Hernández es el máximo goleador en la historia Tricolor, con 50 anotaciones, cuatro de ellas en Copa del Mundo y por las que está a un tanto más de ser el mayor romperredes mexicano en estos torneos.

Pero el jugador del West Ham advierte que la prioridad es la trascendencia de México.

“Me quedo con toda esa gente que se ilusiona, toda esa gente que ve que podemos ser un espejo para ellos, que pueden romper límites, que se pueden imaginar cosas chingonas, que se puede trabajar para ellas, ver a todo el país creyendo en nosotros.

“Me quedo con la reacción del estadio cuando escucha el himno nacional, con la reacción de la gente para cancelar el grito homofóbico, me quedo con eso, me quedo con México. Javier Hernández podrá lograr y quedar donde quiera y pueda quedar, pero pasará y vendrán otros jugadores, aquí lo importante es el país al cual representamos y estoy muy orgulloso”, mencionó.

El panorama previo al Mundial establecía que el Tricolor debía jugarse su clasificación contra Suecia, aunque fuera del “Chicharito” y compañía pocos imaginaron la autoridad del equipo en su futbol.

“No estamos clasificados, pero nadie daba un peso porque tuviéramos seis puntos, trato de verlo muy positivo y las circunstancias de la vida como una oportunidad”, lanzó el Chicharito.

Edgar Contreras I Agencia Reforma